Sin embargo, con los coches eléctricos este es uno de los datos más importantes, ya que aún no hay una red de recarga tan extensa y el proceso lleva su tiempo. Por lo que se vuelve imprescindible, para planificar un trayecto, saber cuántos kilómetros podremos hacer sin que necesite una recarga.
Para conocer la autonomía de tu vehículo eléctrico, hay dos factores claves a considerar: el consumo y la capacidad de las baterías. Para calcularla, se toma como referencia el consumo cada 100 kilómetros y se mide en kilovatios hora (kWh).
Para facilitar la tarea de medición, puedes hacer uso de alguna calculadora de coche eléctrico, que te permita conocer rápidamente el consumo estimado de tu vehículo. A continuación, explicaremos cómo se mide exactamente esta autonomía y que aspectos pueden influir en el consumo.
¿Cómo se calcula la autonomía de tu coche eléctrico?
La autonomía de un vehículo eléctrico se puede calcular por la relación entre la energía consumida y la distancia recorrida. Para una medición precisa hay que tener claros algunos conceptos básicos como: qué es un kW (kilovatio) y kWh (kilowatio hora).
- kW o kilowatio: es una medida utilizada para calcular la potencia, en el caso de coche equivaldría a los caballos (CV).
- kWh o kilovatios hora: es la unidad que se utiliza para medir el consumo eléctrico en el caso de un vehículo es el que indica la capacidad de su batería.
Por lo tanto, para calcular cuántos kilómetros rendirá la batería de tu coche eléctrico, debes dividir la capacidad de su batería entre el consumo promedio y multiplicar por 100 este resultado.
Por ejemplo si la batería de tu vehículo es de 67 kWh con una potencia de 140 kW y su consumo medio es de 17 kWh/100 km; puedes contar con una autonomía de 394 kilómetros.
Principales factores que influyen en la autonomía de tu vehículo eléctrico
- La temperatura: las condiciones extremas de temperatura pueden afectar al rendimiento, debido a que las baterías de este tipo de coches cuentan con un sistema de refrigeración, que requiere mantener un nivel estable para funcionar de forma óptima.
- La velocidad: en los coches eléctricos igual que en los de combustión, a más velocidad aumenta también el consumo, lo implica una reducción de la autonomía.
- El estilo de conducción: la forma de conducir afecta de forma directa al consumo, acelerar y desacelerar de manera brusca puede disminuir la energía disponible. Una buena alternativa para evitarlo es activar el modo ECO.
- El climatizador: la comodidad de mantener una temperatura agradable en el interior del vehículo tiene un impacto energético que afecta la autonomía, entre un 5% y un 20%. Una manera de evitarlo es programar la climatización deseada, mientras aún está cargando.
En conclusión, si tenemos un coche eléctrico es importante conocer su autonomía, para poder planificar trayectos largos y adecuar la forma de conducción a sus peculiaridades. Siempre sabiendo que hay un margen de error en los cálculos y que existen herramientas online que nos pueden facilitar esta labor.
