Alemania celebra el 30 aniversario de la caída del Muro de Berlín

Historia

Alemania celebra el 30 aniversario de la caída del Muro de Berlín

Desde comienzos de esta semana, tan solo en Berlín hubo unos 200 festejos para conmemorar esta fecha.

Caída del Muro de Berlín

Alemania celebra hoy el trigésimo aniversario de la caída del Muro de Berlín con una serie de actos y festejos en todo el país que marcan uno de los momentos más decisivos de la reciente historia de Europa.

La caída del muro que dividió a la extinta República Democrática Alemana (RDA) y a República Federal de Alemania entre 1961 y 1989 fue la consecuencia de un levantamiento popular pacífico en distintos puntos de la Alemania Oriental comunista, en medio de movimientos en diversos países de Europa Central controlados por la Unión Soviética.

Estos países optaron por separarse de Moscú y encaminarse hacia democracias de estilo occidental.

Desde comienzos de esta semana, tan solo en Berlín hubo unos 200 festejos para conmemorar esta fecha.

Un evento consistió en proyectar imágenes sobre un edificio que mostraban el muro de 155 kilómetros de longitud que surcaba la frontera entre las dos Alemanias y que fue cruzado por miles de alemanes orientales que se dirigieron hacia el oeste, con lo que pusieron fin a la división que separó a los alemanes desde la Guerra Fría.

Un programa configurado bajo el lema «7 días, 7 sitios» incluyó instalaciones de arte, lecturas, charlas con testigos, películas y exposiciones que fueron presentados en los lugares originales donde tuvo lugar la revolución pacífica en Berlín.

La emblemática Puerta de Brandeburgo de la capital alemana fue el escenario de una instalación artística con alrededor de 30.000 cintas en las que los ciudadanos escribieron deseos, esperanzas y recuerdos, combinados en una «nube de la libertad» de 150 metros de largo.

La orquesta Staatskapelle, dirigida por Daniel Barenboim, interpretará ante la Puerta de Brandenburgo la quinta sinfonía de Beethoven, también conocida como sinfonía del destino.

Merkel y Steinmeier conmemoran caída del Muro de Berlín hace 30 años

El presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, y la canciller germana, Angela Merkel, dieron inicio hoy a los actos de conmemoración de la caída del Muro de Berlín hace 30 años ante el monumento central que recuerda este hecho histórico de Alemania en la calle Bernauer Strasse.

El presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, el presidente de Hungría, Janos Ader, el presidente de Polonia, Andrzej Duda, la presidenta de Eslovaquia, Zuzana Caputova, y el presidente de la República Checa, Milos Zeman, colocan flores en el sitio conmemorativo de la Fundación del Muro de Berlín en la calle Bernauer Straße. Foto: Michael Kappeler/dpa

Steinmeier arribó acompañado por invitados extranjeros, entre ellos los presidentes de Eslovaquia, Polonia, la República Checa y Hungría. Testigos contemporáneos y estudiantes también participaron en el acto.

«La revolución pacífica significa ante todo asumir responsabilidad, vivir la tolerancia, respetar y defender la democracia y los derechos humanos y llenar de vida el sueño de una Europa unida», destacó por su parte Axel Klausmaier, director de la Fundación del Muro.

La calle Bernauer Strasse es considerada como un símbolo de la división de Alemania. Cuando se levantó el muro en 1961, las fachadas de las viviendas quedaron en el este y la acera en el sector oeste de la ciudad.

El 9 de noviembre de 1989, la división de Alemania llegó a su fin después de unos 40 años. El Muro de Berlín existió durante más de 28 años. Según las investigaciones, al menos 140 personas murieron al tratar de cruzar el muro levantado por la extinta República Democrática Alemana.

Merkel tenía previsto asistir a un servicio religioso en la capilla de la reconciliación, mientras que Steinmeier se dirigió posteriormente al monumento de los cuatro estados de Visegrado, organización gubernamental que reúne a Eslovaquia, la República Checa, Polonia y Hungría.

La canciller alemana, Angela Merkel, coloca una flor en el sitio conmemorativo de la Fundación del Muro de Berlín en la calle Bernauer Straße. Foto: Kay Nietfeld/dpa

Allí, el presidente germano agradeció a los mandatarios Zuzana Caputova (Eslovaquia), Milos Zeman (República Checa), Andrzej Duda (Polonia) y Janos Ader (Hungría) la importante contribución de sus respectivos países a la reunificación alemana.

«Sin el coraje y el deseo de libertad de los polacos, húngaros, checos y eslovacos, las revoluciones pacíficas en Europa del Este y la unidad alemana no habrían sido posibles», subrayó Steinmeier.

Papel de Polonia, Hungría y Checoslovaquia en la Caída del Muro

Las celebraciones de la caída del Muro de Berlín, que tienen lugar hoy en la capital de Alemania, también honran a los países de Europa Oriental integrados en el llamado Grupo de Visegrado.

Por este motivo, el presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, cursó una invitación a los presidentes de Polonia, Hungría, la República Checa y Eslovaquia a los actos de celebración del 30 aniversario de la caída del Muro.

El mandatario germano quiso dejar constancia con esta invitación de que el acontecimiento que condujo a la reunificación alemana no habría tenido lugar sin los hechos que se produjeron en las semanas y meses previos al 9 de noviembre de 1989 en estos países integrados por entonces en el bloque socialista.

Polonia

A principios de 1989, el régimen polaco reconoció como interlocutor al movimiento sindical Solidarnosc, nacido a principios de la década de 1980 durante las huelgas de trabajadores de los astilleros de Gdansk, en la costa del mar Báltico.

Este momento es considerado el principio del fin del régimen socialista polaco, ya que en la mesa de negociación se sentaron como iguales miembros de la oposición y representantes del gobierno de Varsovia.

Como resultado de las conversaciones se convocaron elecciones parcialmente libres al parlamento, a celebrar en junio de 1989. En los comicios, Solidarnosc obtuvo unos resultados que permitieron que Tadeusz Mazowiecki se convirtiera en primer ministro, el primer mandatario no comunista del bloque socialista.

Ante la apertura del régimen polaco, a finales del verano de 1989 muchos ciudadanos de la extinta República Democrática Alemana (RDA), el nombre oficial de Alemania Oriental, se refugiaron en la embajada germano occidental en Varsovia y desde allí lograron viajar a Occidente. A lo largo de tres meses, alrededor de 6.000 alemanes orientales viajaron a Alemania Occidental.

Hungría

En mayo de 1989, Hungría comenzó a desmantelar sus vallas fronterizas con la vecina Austria, su único país vecino occidental, aunque mantenía un status de neutralidad. El 19 de agosto se celebró el llamado Pícnic Paneuropeo en la frontera entre ambos países.

El resultado fue que 600 alemanes orientales huyeron de forma espontánea a Occidente a través de Austria, ya que la frontera se abrió brevemente debido a una manifestación pacífica planeada por la oposición.

En septiembre, sin acuerdo previo con el gobierno de la RDA, Hungría abrió completamente su frontera a Austria. De este modo se permitió que los ciudadanos germano orientales que permanecían en territorio húngaro, algunos desde hacía semanas, salieran del país libremente.

Se calcula que hasta octubre de 1989 unos 50.000 alemanes orientales lograron escapar a través de Hungría. Muchos ciudadanos de la RDA también utilizaron la embajada de la República Federal de Alemania en Budapest para abandonar el bloque socialista.

República Checa y Eslovaquia

Praga fue el centro de la apertura de fronteras hacia Occidente de los ciudadanos germano orientales que decidieron huir de la RDA a través de la actual República Checa, que por entonces conformaba Checoslovaquia junto a Eslovaquia.

Entre agosto y octubre de 1989, miles de ciudadanos de Alemania Oriental entraron en la embajada germano occidental en la capital checoslovaca para forzar su huída, en una situación que convirtió los jardines de la delegación diplomática en un campo de refugiados.

El entonces ministro de Asuntos Exteriores de Alemania Occidental era Hans-Dietrich Genscher, que había huido de Alemania Oriental en la década de 1950. El 30 de septiembre, Genscher fue el encargado de anunciar desde el balcón de la embajada en Praga que todos los ciudadanos de la RDA refugiados en la representación diplomática, y también los que permanecían en la de Varsovia, estaban autorizados a viajar a Alemania Occidental.

El acuerdo al que llegaron las autoridades de las dos Alemanias incluyó el tránsito en trenes especiales a través de la RDA con destino final en Occidente.

El 3 de noviembre, el régimen del Partido Socialista Unificado de la RDA (SED, por sus siglas en alemán) autorizó a sus ciudadanos salir por Checoslovaquia hacia Alemania Occidental.

Todos estos acontecimientos hicieron que el Muro de Berlín cayera físicamente. Empezado a construir en agosto de 1961, simbolizó la separación entre el bloque socialista y el occidental, dividiendo la actual capital alemana hasta 1989.

El 9 de noviembre de hace 30 años, el muro comenzó a ser derribado espontáneamente por los berlineses ante la inacción de las autoridades de la RDA. Ese fue el principio del fin de las dos Alemanias.

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