En los últimos seis trimestres Abanca acumula unas ganancias de 1.339 millones de euros, frente a los 400 millones pagados hasta ahora al FROB. Abanca, la antigua Novagalicia, fue adjudicada a Banesco por 1.003 millones de euros, pero de esa cifra al grupo venezolano todavía le quedan por desembolsar 600 millones (que pagará entre 2016 y 2018). Por eso, en determinados círculos no han pasado desapercibidos los jugosos beneficios que ha obtenido la entidad desde que pasó a manos privadas.
En el ejercicio 2014, Abanca logró un beneficio de 1.157 millones de euros gracias sobre todo a los créditos fiscales (antes de impuestos, el banco ganó 601 millones de euros), unas ganancias que suponían superar ya el importe de su compra por parte de Banesco. En esta primera mitad de 2015 tampoco le ha ido mal, aunque las ganancias netas de 182 millones de euros son más modestas.
En total, en los últimos seis trimestres Abanca acumula unas ganancias de 1.339 millones de euros, no sólo por encima de los 1.003 millones de euros pactados para su compra, sino casi tres veces más que los 400 millones que se han hecho efectivos hasta ahora. Novagalicia, como se denominaba la entidad antes de su venta a Banesco y fusión con Etcheverría, recibió una inyección de fondos públicos de más de 9.000 millones de euros.
El banco, eso sí, finalmente se echó atrás en la posibilidad de pagar un dividendo de 150 millones de euros a cargo de los resultados de 2014, un desembolso que podría haber permitido a Banesco pagar al FROB por Abanca con el propio dinero de Abanca. Aunque se contemplaba en el orden del día de la Junta de Accionistas celebrada el 30 de junio, pero finalmente fue rechazado.
Aproximadamente un 88% del capital de Abanca está en manos de Abanca Holding Hispania, controlado por el grupo venezolano Banesco, otro 2,2% en manos del fondo británico EC Nominees Limited y un 3,4% en manos de minoritarios. El resto es autocartera.
