La ‘operación Púnica’ intensifica el debate sobre si la presidenta del PP regional debe ser la candidata del partido al ayuntamiento de la capital. Esperanza Aguirre vuelve a estar en el ojo del huracán. El escándalo desatado por la ‘operación Punica’, en la que se ha detenido a Francisco Granados, ha resucitado el clamor que existe en las filas del PP en su contra. Diversos dirigentes instan a Mariano Rajoy a que ponga fin a la hegemonía de la ‘lideresa’, haga una limpieza en el partido en Madrid y que coloque una gestora al frente.
Así lo reclaman miembros del Comité Ejecutivo regional y diputados nacionales, según el ABC, que consideran que ha llegado el momento de actuar y “tomar una determinación” que pasaría por “montar una gestora y enderezar esto porque no se puede aguantar este goteo incesante”. Y es que, los ánimos están más caldeados que nunca.
La actitud de la presidenta del PP madrileño molesta, y mucho, a muchos dirigentes nacionales del partido que presencian cómo Aguirre trata de salirse una vez más con la suya en un caso de corrupción que salpica al que fuera su ‘número dos’, Francisco Granados.
De salir adelante esta idea, la creación de una gestora sería el fin para Aguirre, ya que supondría dejarla sin responsabilidades e imponer a un grupo de dirigentes que serían los encargados de ocuparse del día a día del PP madrileño hasta la elección de un nuevo líder.
Junto a esta idea, en las filas populares está ganando peso la idea de que ella no sea la candidata del partido a la alcaldía de Madrid en las próximas elecciones municipales de mayo. Incluso, hay quién dice que tampoco debería presentarse Ignacio González, sino que Génova acuda a esta cita en las urnas con dos candidatos ‘nuevos’. Entre los posibles cabezas de lista, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría; el presidente del Senado, Pío García-Escudero; la consejera de Educación en la región, Lucía Figar; o la delegada del Gobierno, Cristina Cifuentes.
Pero Esperanza Aguirre no está dispuesta a ponerlo fácil. Hoy mismo ha asegurado que no abandonará el barco cuando parece que se hunde” porque –según ha dicho- tiene “muchas ideas para que la regeneración llegue” y para impulsar la democracia interna en el partido.
