“Una semana sin consumir productos de origen animal supondría evitar las emisiones que se generan al conducir 207 kilometros»

Industria cárnica

“Una semana sin consumir productos de origen animal supondría evitar las emisiones que se generan al conducir 207 kilometros»

Contaminación e industria ganadera: cómo nuestros hábitos alimenticios pueden reducir el cambio climático

ovejas granja alimentacion

España es el segundo país de la Unión Europea que más carne consume, sólo detrás de Luxemburgo. De media, los españoles comen más de 90 kilos al año, lo que suponen más de 250 gramos al día, mientras que la Organización Mundial de la Salud estima que lo conveniente son 300 gramos a la semana para tener una buena salud. Para mantener ese consumo, desde Greenpeace explican que cada minuto en el país se sacrifican casi 1.700 animales. Por ello cifran que la industria ganadera es de las más contaminantes.

Greenpeace considera responsable a este sector del 14,5% de las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel mundial y de ser el causante del 80% de la deforestación de la Amazonia.

Desde Proveg valoran, en su informe de 2019 Más allá de la carne: Estudio sobre el impacto medioambiental de la alimentación en España, que se producen 54 kilos de CO2 por kilo de carne de vaca producido, además de 135 m2 al año de tierra y 15.415 litros de agua. Mientras que para producir un kilo de legumbres, la principal fuente de proteínas vegetales, se emiten un 1 kg de CO2, se emplean 5m2 al año de tierra y 1.127 litros de agua.

“Las emisiones de gases de efecto invernadero de la ganadería se han incrementado un 27% en las últimas décadas, estamos en una fase de ascensión bastante importante”, explica el responsable de la campaña de agricultura de Greenpeace, Luis Ferreirim. “La ganadería industrial hoy en España sería imposible sin la aportación de piensos que vienen del exterior, en particular soja y maíz, que están provocando en países terceros una deforestación tremenda. Estos cambios de suelo también producen emisiones de gases invernadero, que en estas contabilidades no se tienen en consideración y no dejan ver el verdadero impacto de la industria”, añade.

Para Ferreirim hay más problemas que se derivan de la ganadería intensiva en España como: las emisiones de amoniaco y la contaminación de las aguas por nitratos.

“La ganadería industrial son auténticas fábricas de carne, leche y huevos, y eso genera muchos excrementos de animales, antiguamente con la ganadería sostenible servían de abono para la tierra”, relata Ferreirim sobre la contaminación por nitratos. “Hoy en día las cantidades son tan enormes que son residuos de una industria. Al echarlos a la tierra, las plantas no tienen tanta capacidad para absorber el abono, por tanto se filtran a las aguas y las contamina. Tenemos graves casos en España, de incluso pueblos que se quedan sin agua potable por culpa de los nitratos”, añade.

Dentro de las emisiones totales declaradas en el país de amoniaco, el 95% provienen de la ganadería intensiva según el responsable de agricultura de Greenpeace. A lo que añade que muchas no son declaradas y que desde 2010, España estaría superando los umbrales establecidos por la Unión Europea en este sentido.

Cómo reducir el impacto

Para reducir la contaminación de la industria ganadera, tanto Greenpeace como Proveg, señalan que es importante reducir el consumo de carne de los españoles. “Optar por una alimentación vegetal es una de las acciones con mayor impacto que podemos realizar en favor del planeta”, marcan desde Proveg.

Esta organización, promueve cada año la iniciativa Semana sin carne, en ella invitan a participar en un reto de 7 días manteniendo una alimentación vegetal. “Una semana sin consumir productos de origen animal supondría evitar las emisiones que se generan al conducir 207 kilometros. Además, podría evitar un desperdicio de agua similar a tirar 500 veces de la cadena y preservar 40 m2 de bosque”, consideran.

Añaden que optar por una alimentación vegana puede reducir un 71% de las emisiones relacionadas con la alimentación, un 36% el gasto de agua y un 62% el impacto del uso de la tierra.

Desde Proveg creen que la preocupación por el cambio climático es una de las tres razones principales por las que se realiza un cambio de alimentación en las personas y valoran que desde 2017 han aumentado un 27% los vegetarianos y veganos en España.

“Apostamos por una transformación del sistema alimentario en el que las empresas apuesten por productos vegetales y cultivados, más sostenibles, saludables y éticos. La industria cárnica española tiene el potencial de reinventarse y adaptarse a la imperiosa necesidad de transformar nuestro sistema alimentario”, finalizan.

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