Una ola anti ESG empieza a afectar a la industria de los fondos en EEUU

Sostenibilidad

Una ola anti ESG empieza a afectar a la industria de los fondos en EEUU

Una encuesta de HSBC revela que está creciente el rechazo en EEUU a las estrategias de inversión que tienen en cuenta los criterios medioambientales, sociales y de gobernanza.

Inversión sostenible

Inversión sostenible

La reacción en contra de las estrategias de inversión que tienen en cuenta los criterios ESG (medioambientales, sociales y de gobernanza) está aumentando en EEUU y está influyendo en la forma en que los gestores se plantean integrar estas consideraciones en sus fondos, según una encuesta realizada por HSBC Holdings, que publica la agencia Bloomberg.

La reacción en contra de las estrategias de inversión que tienen en cuenta los criterios ESG (medioambientales, sociales y de gobernanza) está aumentando en EEUU y está influyendo en la forma en que los gestores se plantean integrar estas consideraciones en sus fondos, según una encuesta realizada por HSBC Holdings, que publica la agencia Bloomberg.

Esta entidad realizó una encuesta a 310 profesionales de todo el mundo que desempeñan funciones relacionadas con la toma de decisiones ESG entre el pasado 31 de mayo y el 24 de junio. Los encuestados representaban 8,9 billones de dólares en activos bajo gestión a través de 292 instituciones.

“No cabe duda de que en EEUU está aumentando el sentimiento anti ESG”, aseguran los analistas responsables de esta investigación, quienes circunscriben este fenómeno a una cuestión política aislada en este país.

Los efectos de este rechazo son evidentes. Así, en EEUU ha disminuido el número de quienes afirman que la sostenibilidad es un objetivo de los fondos. Casi una cuarta parte de los encuestados este año dijeron que la sostenibilidad es un objetivo primario o secundario, frente al 37% que dijo lo mismo el año pasado.

Además, alrededor del 44% de los encuestados estadounidenses también dijeron que sus razones para tener una estrategia ESG se han debilitado en los últimos doce meses, según la encuesta.

«CAPITALISMO WOKE»

El acrónimo ESG se acuñó hace casi dos décadas con la idea de que los inversores tuvieran en cuenta los riesgos medioambientales, sociales y de gobernanza en sus cálculos financieros. Pero, en los últimos años, los republicanos estadounidenses han arremetido contra estos criterios extrafinancieros, a los que denominan “capitalismo woke”.

Una de sus principales quejas es que la inversión medioambiental, social y de gobernanza forma parte de un esfuerzo demócrata más amplio por dar prioridad al cambio climático y otras cuestiones sociales en detrimento de la industria de los combustibles fósiles.

Ya el año pasado, HSBC suspendió a Stuart Kirk, su entonces director global de inversión responsable en su división de gestión de activos, después de que criticara a la industria financiera por mostrar demasiada preocupación por el cambio climático, que calificó de “hipérbole”. Kirk dimitió posteriormente de la empresa.

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