Señora juez federal de Arkansas, de su decisión depende que dicho Estado pueda ejecutar a siete condenados en diez días a contar desde el lunes de Pascua, antes de que en mayo caduque la reserva de midazolam, uno de los tres fármacos de la inyección letal homologada. Sería escandaloso ejecutar a un reo con sustancias caducadas y supondría una malversación de fondos públicos tener que reponer la sustancia homicida por haber dejado caducar la disponible sin darle uso. El gobernador, Asa Hutchinson, busca obtener réditos políticos de las ejecuciones como en Corea del Norte.
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Telegrama para Kristine Baker
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