En la UE el gasto en protección social ascendió en 2021 a 2.983.000 millones de euros. Es decir, el 20,5% del PIB y el equivalente al 39,9% del gasto total. En este sentido, el concepto más importante se relaciona principalmente con la ‘vejez’ –relativo al pago de las pensiones-, que representó el 10,8%.
Por su parte, el gasto en ‘enfermedad e invalidez’ (2,9% del PIB), el segundo grupo más grande, alude a pagos sociales en efectivo o en especie relacionados con planes de seguro social. A esto hay que sumar los grupos ‘familia e hijos’ (1,9% del PIB), ‘desempleo’ (1,7% del PIB) y ‘supervivientes’ (1,5% del PIB), este último contiene principalmente pagos de pensiones a los supervivientes de una persona fallecida.
Por países, nueve Estados miembros, como Francia (24,8%), Finlandia (24,6%), Italia (23,4%), Austria (21,9%), Dinamarca (21,1%), Bélgica (21%), Alemania (20,9%), Grecia y España (ambos con el 20,6%) dedicaron al menos el 20% del PIB a la protección social.
En el otro extremo, Irlanda (8,7% del PIB), Malta (11%), Chipre (12,5%), Hungría (13,1%), Rumanía (13,3%), Bulgaria (13,4%), Estonia (13,5%), Chequia (13,6%) y Letonia (13,8%B), así como Islandia (13,2%). Cada uno de ellos gastó menos del 14% del PIB en protección social.