Un tiempo por hacer

Opinión

Un tiempo por hacer

Andrés Herzog, candidato de UPyD a la presidencia del Gobierno

España está viviendo uno de los momentos clave de su historia y no sólo de la más reciente. España está viviendo uno de los momentos clave de su historia y no sólo de la más reciente. En Cataluña hay un proceso secesionista en marcha que está dispuesto a saltarse la Ley y destruir el Estado. La calidad del Gobierno en las últimas décadas ha sido ínfima, además de corrupta en muchos casos, lo que ha motivado un grave deterioro de nuestra economía y de los servicios públicos esenciales, sobre todo de la educación. Como consecuencia, se han incrementado las desigualdades tanto territoriales como entre clases sociales y se han reducido las oportunidades para que cada español pueda construir libremente su proyecto de vida.

Este momento también es esencial para Europa que tendrá que decidir si está dispuesta a ser una unión verdadera en la que fluya la solidaridad entre los estados y sus ciudadanos con un auténtico gobierno común para dirigir su destino o si prefiere ser una mera superposición de estados al albur de los grandes cambios que están sucediendo en el mundo.

Estamos ante un difícil panorama que para afrontarlo con esperanza, aunque sin duda con un gran esfuerzo, en la próxima legislatura, va a requerir de gobiernos, instituciones y políticos dispuestos a ir al fondo de los problemas y a entenderse entre ellos más allá de las diferencias. Habrá que hacerlo porque está en juego el futuro de todos nosotros.

Para empezar, será imprescindible encarar por fin el problema catalán. Durante demasiados años en el Estado se ha bajado la cabeza y se han consentido los disparates nacionalistas. Pero ya no puede seguir actuándose así, salvo que queramos renunciar a mantener un Estado viable y la unidad del país. Hay que defender la unión de España porque es la mejor garantía de los derechos de todos los españoles, de su futuro económico y social y de los intereses y derechos de la mayoría de los catalanes, incluidos los de quienes están inmersos en la histeria secesionista.

Por otra parte, habrá que realizar las reformas constitucionales y legales que vayan dirigidas a reforzar nuestras débiles instituciones y a mejorar la calidad de nuestros gobiernos y de su control democrático. Esto implicará reformas en el reparto del poder territorial del Estado, clarificando las competencias entre sus diferentes niveles, garantizando la igualdad en su financiación y suprimiendo los entes inútiles y redundantes; mayor poder para los ciudadanos, logrando que el voto de todos valga lo mismo; una justicia independiente; una administración profesional, sin amiguismos; la supresión de las barreras para la creación de empresas y riqueza y unos servicios públicos al servicio de los ciudadanos y no de los intereses de las élites locales que los gestionan. Esta gran reforma constitucional deberá ser sometida a referéndum para que pueda ser aprobada por todos los españoles y consolidada la democracia.

Asimismo, habrá que esforzarse por luchar contra la corrupción. La corrupción institucionalizada nos ha costado millones de euros y un grave empobrecimiento del país. No podemos consentir que España se italianice y que acabemos peor que cuando se empezaron a destapar los latrocinios que unos pocos muy poderosos han cometido con impunidad. Habrá que perseguirlos y encarcelarlos sean quienes sean: políticos, empresarios o directivos de medios de comunicación. UPyD ya se ha atrevido a ir por ellos y ha abierto el camino a seguir.

Nuestro mal gobierno, la corrupción y la debilidad institucional han tenido consecuencias. Según la OCDE, España es de los países occidentales donde más ha crecido la desigualdad de ingresos durante la crisis y donde hay una considerable élite rica y frente a ella una mayoritaria masa de personas con bajos ingresos y una chica clase media. Pues bien, esto es lo que hay que revertir. Nos hace falta engordar la clase media y reducir la desigualdad.

Todas las reformas propuestas tendrán que ir dirigidas a ese objetivo, que se concreta en mejorar la calidad de vida de los españoles logrando una mayor justicia social una mejora de la igualdad de oportunidades y permitiendo que el talento prospere.

En UPyD hemos venido trabando con propuestas serias y abiertas al consenso para afrontar esos problemas de fondo de España y Europa desde hace ya más de ocho años. En este tiempo por hacer, estamos dispuestos a seguir trabajando para lograr esos objetivos y estamos dispuestos a hacerlo anteponiendo los intereses de los españoles a los pequeños intereses de la política del día a día.

Es un tiempo por hacer. Es un tiempo de grandes acuerdos, de altura de miras y de pensar desde el gobierno y desde las instituciones siempre en nuestros compatriotas. Hay esperanza. Los españoles formamos un gran país y podemos mejorar entre todos. Ocupémonos de ello.

* Andrés Herzog, candidato de UPyD a la Presidencia del Gobierno

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