Cospedal ajusta cuentas

Castilla-La Mancha

Cospedal ajusta cuentas

Diego Carcedo, periodista

El Ayuntamiento de La Solana, en Ciudad Real, recibió una transferencia de la Junta de Castilla-La Mancha. El importe: un céntimo María Dolores de Cospedal, la secretaria general perfecta que diría Rajoy, parece que no quiere que la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha que tiene el honor de presidir se vea en el futuro metida en líos económicos como los que está enfrentando el Partido Popular. Las cuentas claras, las simulaciones exactas y los pagos diferidos en su momento preciso, igual que si se tratase del finiquito de Luis Bárcenas, antes el Cabrón.

La comunidad que preside Cospedal tiene una deuda con el ayuntamiento de La Solana, en la provincia de Ciudad Real. Según el alcalde son 8,3 millones de euros que en las estimaciones de los técnicos de la Junta, tan proclives a los recortes, se quedan en 7,7 millones. La diferencia en cualquier caso no importa mucho, lo que preocupa en el municipio acreedor es el retraso que se va acumulando en espera de que Toledo, es decir, el Gobierno, tire de chequera.

Hace unos días los responsables municipales tuvieron un fugaz respiro cuando el director de la sucursal bancaria donde el Ayuntamiento tiene abierta su cuenta les avisó de que se había recibido una transferencia de la Presidencia autonómica. Enseguida se pusieron algunos a hacer planes de inversión con el dinero que esperaban tener al cobro, pero… la alegría del consistorio se volatilizó arrastrada la brisa que aquel día soplaba entre los molinos de viento.

El giro que María Dolores de Cospedal les hacía llegar como prueba de buena voluntad administrativa alcanzaba la sorprendente cantidad de un céntimo de euro, ni una décima más ni una décima menos: un céntimo cantante y sonante que el cajero del banco se apresuró a ponerles en la ventanilla previa firma y rúbrica del recibo correspondiente. Algunos malpensados, de esos que siempre están de guardia, creyeron que se trataba de una broma, pero cuando alguien les recordó que la señora Cospedal no derrocha buen humor, se quedaron con la duda.

Alguien aventuró que no era una broma sino un error, pero pronto se aclaró que tampoco, Desde Toledo les llegó enseguida la versión aritmética real: efectivamente la transferencia era de un céntimo y la razón el pago del ajuste de una deuda cuya liquidación dejaba a la Comunidad en números rojos. Todo aclarado y con un céntimo más para equilibrar el presupuesto municipal, lo ocurrido sigue demostrando que en la tierra de Don Quijote las cuentas claras y el chocolate espeso.

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