Oscar López

Opinión

Oscar López

Diego Carcedo, periodista

Oscar López, según las crónicas número tres más bien opaco del organigrama socialista, debe de estar temblando. Menudo resto de verano que le espera en la incertidumbre. Al parecer en un discurso por ahí, el hombre habló, y se supone que no en términos elogiosos, de la supuesta contabilidad B del Partido Popular, asunto nuevo, qué digo nuevo, ¡insólito! si los hay en el panorama de la actualidad política, y un tal Carlos Floriano, portavoz ocasional de la calle Génova, donde Luis Bárcenas tenía hasta hace poco un despacho de cesante castigado, una secretaria y un coche a sus disposición, se le ha echado encima.

Y no sólo verbalmente. ¡Qué va! El señor Floriano, cuyas apariciones audiovisuales suelen ser muy comentadas por los chistosos de guardia, ha anunciado que le demandará, o querellará, no sé, qué más da, por difamación o algún delito parecido. Es decir, que lo dicho y declarado por el ex tesorero del Partido no es querellable pero utilizado por un dirigente de la oposición, sí. Porque, en opinión de don Carlos Floriano, se deduce que la oposición debe estar callada, viendo pasar los desmanes del poder en silencio, soportando estoicamente sus improperios – los del propio Floriano, claro –, limitándose a cobrar por ocupar su escaño, y punto.

Veremos lo que dicen los jueces pero mientras tanto, Oscar López – a quien tampoco conozco, igual que me ocurre con Carlos Floriano – debe de estar que el agua no le llega al cuello. ¿Cómo se me habrá ocurrido a mi hablar de contabilidad B de un partido cuyo tesorero infiel la ha revelado de palabra y por escrito ante la prensa y la Justicia?, estará preguntándose arrepentido en espera de ver llegar a los agentes de la autoridad para llevarle esposado a prisión por no estar callado. Floriano mientras tanto debe de sentirse la mar de feliz, observando el tembleque de su adversario, y presumiendo ante los suyos de que con un par de lo que hay que tener y un par también de iniciativas de semejante naturaleza, nadie volverá a hablar ni a escribir de Gürtel, de Bárcenas, de sobres marrones y demás argumentos de crítica hacia su partido, modelo de transparencia administrativa y financiera como se está viendo en cada portada de cada periódico.

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