Los bancos estadounidenses necesitan capital con urgencia. Pero esa urgencia se manifiesta en un mal momento al coincidir también con una coyuntura en que los grandes estados mundiales van a tener que empezar a solicitar crédito abundante al mercado para paliar los agujeros que han aparecido en las cuentas públicas como consecuencia de la crisis. Es bastante probable que, esta dicotomía se refleje en un aumento del número y la intensidad de los mensajes de muchos expertos que recuperen la consabida cantinela sobre la voracidad de unos estados adictos a los indeseables aumentos del gasto público que sólo sirven para estrangular al sector privado.
Mientras, las bolsas siguen, más o menos, inmersas en una marcha triunfal que, sin embargo, no se corresponden con la evolución de los resultados empresariales. Queda también la incógnita de saber si los datos de aumento del PIB en el segundo trimestre en Francia y Alemania se consolidad o, cuando lleguen las correspondientes revisiones, las cifras se mueven a la baja.
