Los liberales del Gobierno alemán, contra el italiano Mario Draghi

Opinión

Los liberales del Gobierno alemán, contra el italiano Mario Draghi

De haberlo sabido, es más que probable que Angela Merkel no hubiera elegido como compañeros de viaje de su segunda legislatura como canciller a los liberales. El presunto partido centrista que en los últimos tiempos parece decidido a situarse, incluso más a la derecha que la mandataria alemana. La polarización de un electorado radicalizado que, aparentemente, se mueve al ritmo que marcan los tabloides provoca curiosas paradojas en la alianza de las dos agrupaciones conservadoras germanas. Ahora, el problema es Mario Draghi.

Sin candidato alemán, el presidente del Banco de Italia, y antiguo empleado de Goldman Sachs, es la opción favorita de su propio país y de Francia. Y Merkel, junto a la mayoría de la CDU, parece dispuesta a aceptarle. Pero no ocurre lo mismo con los liberales que dan la impresión de querer superar sus problemas electorales con una estrategia dudosa que bordea el racismo. Al votante germano medio ya no le gustaba que el jefe de su moneda fuera francés. Menos aún si se trata de un italiano.

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