Buena parte de los problemas económicos de Cuba provienen de la imposibilidad de concretar, en la forma prevista, los acuerdos bilaterales que firma con sus socios comerciales. Son ceremonias solemnes, en las que intervienen, a veces, los principales mandatarios de los países implicados. Pero, posteriormente, nada se desarrolla, según los planes previstos. Por lo general, a causa de las dificultades financieras que padece la Isla, como una enfermedad crónica. Un ejemplo de estos procesos es la relación económica con China. La prometedora sociedad ha perdido fuelle tras un espectacular inicio y la llegada de los principales bienes de equipo se ha retrasado. Un ejemplo son las 300 locomotoras que se iban a adquirir a precio razonable, según los planes presentados en 2005. Aún con Fidel a los mandos. Las primeras llegaron en 2008, pero, por ahora, ni siquiera se ha alcanzado la tercera parte de la cifra prevista Por suerte, el proyecto no se ha parado y esta primavera llegaron ocho unidades a Cienfuegos destinadas a las conexiones de la famosa refinería y a la línea ferroviaria regular entre esta población y La Habana.
“Si el sistema de la dependencia tiene hoy en día las carencias que tiene es porque se le secó la financiación durante los años…
