Manuela Carmena se la juega con los empresarios

Detrás de la cortina

Manuela Carmena se la juega con los empresarios

La transparencia y la moderación demostrada por las exjueza favorecen su entendimiento con el poder económico madrileño A menos de una semana de que, si todo sucede como parece estar previsto, Manuela Carmena se convierta en alcaldesa de Madrid, la exjueza empieza a encontrar inesperados apoyos en los ambientes empresariales y financieros de la capital de España, donde, desde hace mucho tiempo, más de uno ha aprendido a hacer de la necesidad virtud.

Sin contar con que la jefa de Ahora Madrid ha prodigado los gestos amables para propiciar ese deshielo. Están sus declaraciones moderadas, también el estilo abierto y con luz y taquígrafos que ha demostrado a la hora de reunirse, por ejemplo, con el vicepresidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri. Y, como no podía ser menos, su inequívoca apuesta por el respeto total a las leyes vigentes.

Esta misma semana, la alcaldesa lo decía en su Twitter, eso que de que ella ‘asustaba’ a los financieros le parecía más un invento de la derecha política que un diagnóstico real de lo que sucedía. Pero, quizá por si acaso, desde el principio, Carmena se ha movido con claridad para atajar cualquier posible especulación sobre los asuntos más delicados.

Por eso, a la hora de ultimar su plan para evitar que sigan aumentado los desahucios sin alternativa en la capital, ha hablado primero con los jueces y luego con los banqueros. Porque sea cual sea su estrategia estará dentro de la legalidad y en la medida de lo posible buscará el consenso.

Y a tenor de lo publicado en los últimos días por algunas páginas web, habitualmente cercanas, el mensaje va calando. Y calará más. Si algo ha demostrado el 24M es que el cambio político al que aspiran los españoles está en marcha y es irreversible. De modo que unos y otros, y eso vale también para los llamados poderes en la sombra, van a tener que adaptarse a la nueva situación, buscar fórmulas de convivencia y minimizar daños.

Aunque esa posibilidad, que ya es una opción real y lo será más en cuanto Carmena, y también Ada Colau se conviertan en alcaldesa, sí que aterra a la parte de la clase política más afectada por la corrupción que sabe que va a ser desalojada del poder y que, tal y como están las cosas, aún intenta resistirse a lo inevitable. Aunque sólo sea para ganar tiempo.

De modo que a lo mejor, ese negro futuro para las inversiones y el desarrollo económico que empezó a difundirse desde algunos despachos, el día después de las últimas elecciones, quizá no llegue a ser tan oscuro como lo pintaban. Los argumentarios están cambiando a toda velocidad y se aprecia en los matices con que, hasta los tertulianos más aguerridos, empiezan a moderarse las críticas hacia la alcaldable madrileña.

Hay quien cree y defiende ahora incluso, que una nueva forma de enfocar la política urbanística justo ahora, puede ser beneficiosa para todos. Porque los precios del mercado inmobiliario estaban subiendo demasiado rápido, al calor de esa recuperación económica que sólo beneficia algunos, pero los beneficia mucho.

Y que un pequeño pinchazo de la incipiente burbuja que parecía empezar a formarse de nuevo vendrá más que bien y, al contrario, de lo que muchos decían, puede volver a animar la entrada de capitales. Más aún si se despeja una situación política tan convulsa como la que había y en el poder local hay gestores nuevos libres del estigma de la corrupción, la presión de sus redes clientelares y las obediencias debidas.

Ya que por encima de todo, la seguridad jurídica está completamente asegurada en España. Y esa es una de las condiciones fundamentales que exigen los propietarios del dinero para decidirse por iniciar la búsqueda de negocio en un territorio. Y sobre ese particular, como decíamos, unos párrafos más arriba Manuela Carmena no ha dejado resquicio alguno para la duda. Sin contar, con que dispone de una trayectoria como magistrada perfectamente comprobada que avala y confirma sus declaraciones en lo correspondiente a sus afirmaciones de que el respeto de la ley está por encima de cualquier consideración.

Aún así, no conviene darlo por hecho. Y casi nadie lo hace. Muchos partidarios de Carmena, dentro y fuera de la coalición de fuerzas que lidera, todavía cruzan los dedos y pierden un poco los nervios cuando alguien les recuerda el ‘tamayazo’ aquel episodio lamentable, y jamás aclarado, que hundió al socialismo madrileño y facilitó el inicio de la era de Esperanza Aguirre en la Comunidad de Madrid.

Y aunque no parece probable que esta vez vayamos a vivir un episodio parecido, el temor existe porque se es consciente de la enorme capacidad de hacer trampas y cambiar con fullerías el dictamen de las urnas que han tenido siempre algunos grupos de presión que se mueven en los entornos del poder.

Pero confiando en que no se produzca ningún accidente de origen dudoso y Carmena se haga con el puesto, la batalla no habrá hecho más que empezar. La Alcaldía de Madrid es un escaparate privilegiado que otorgará visibilidad total, nacional e internacional, a las políticas que se practiquen allí.

Sobre todo si, de un modo u otro, se aprecian los cambios en las prioridades, los gestos y las formas, el apocalipsis anunciado no se produce y, encima, mejoran un poco las cosas. Un riesgo demasiado elevado para el PP que, por mucho, que las oportunas encuestas de algunos medios como ‘El País’ vuelvan a asegurarles la victoria, sigue sin tenerlas todas consigo.

Por lo mismo, la paciencia también va a ser más que recomendable. Si Carmena se convierte en alcaldesa, las críticas a su gestión, las exigencias de resultados inmediatos, las supuestas traiciones al programa electoral, van a estar a la orden del día desde el minuto uno. Suponemos que la jueza está al tanto de lo que le espera y sabe que no lo tendrá fácil. Ahora le toca estar a la altura del reto.

Tanto a ella como al equipo de Gobierno que la acompañe. Esperemos que sean capaces de confirmar las buenas sensaciones que muchos tienen ahora. Incluidos esos sectores pragmáticos del poder económico que parecen dispuestos a adaptarse a la situación creada por el nuevo panorama político que han dibujado las urnas.

Más información

Esto de los menores buscándose la vida lo he presenciado en otros países latinoamericanos y africanos. Pero jamás en Cuba, donde aumentan por día…