Cinco jueces en 15 meses y Miguel Blesa cada vez más lejos del banquillo

Caso Blesa

Cinco jueces en 15 meses y Miguel Blesa cada vez más lejos del banquillo

Miguel Blesa, expresidente de Caja Madrid

Diez años y nueve jueces después el expresidente de la Diputación de Castellón, Carlos Fabra, se sentó en el banquillo. Un récord por el que parece competir Miguel Blesa. Hace apenas dos semanas, en pleno juicio contra Elpidio José Silva, la Comisión Permanente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) eligió a la juez que ocupará el Juzgado de Instrucción número 9 de Madrid, vacante por la suspensión provisional de funciones de su titular, el magistrado Silva. Se trata de Raquel Robles González, quinto juez por el que pasará el caso Blesa en menos de 15 meses.

Este caso ha sido un constante ir y venir desde que el juez Silva decidió iniciar una investigación contra el expresidente de Caja Madrid y encarcelarle en mayo del año pasado. Las recusaciones, los recursos, los archivos e incluso la querella por prevaricación presentada por los abogados de Miguel Blesa han impedido que el polémico juez continuara con su intención de llegar hasta el final en la causa contra el exbanquero.

Apenas unos días después de la fugaz entrada en prisión de Blesa, el juez Silva -que investigaba el crédito fallido concedido en 2008 a Gerardo Díaz Ferrán por Caja Madrid- fue apartado de la causa mientras la Audiencia Provincial de Madrid resolvía la recusación planteada por el exbanquero. Poco después también le apartó por la causa en la que se investigaba la compra del City National Bank of Florida, aunque antes de esto, Blesa se vio obligado a hacer una nueva visita a Soto del Real. El tribunal consideró que Silva debió tramitar su recusación en ambas causas, recusación que le presentó la defensa del expresidente de Caja Madrid.

Dos meses después el CGPJ decidió suspender a Silva durante cuatro meses y siete días por la supuesta comisión de dos faltas muy graves y otra grave en el ejercicio de sus funciones por hechos ajenos a la instrucción del caso Blesa.

Silva ya tenía sustituto, se trataba de Juan Antonio Toro, titular del Juzgado de Instrucción número 36 de Madrid, que se negó a reabrir la causa del crédito de 26,6 millones concedido a Marsans – cuando ya estaba en quiebra- por una denuncia de Manos Limpias. Alegó que los hechos presentados por el sindicato eran nuevos, pero que sus protagonistas “solo coinciden parcialmente con los que fueron objeto de la investigación anterior”.

Ya en diciembre, la Audiencia Provincial de Madrid acordaba devolver a Silva la causa del banco de Miami, pero el magistrado decidió abstenerse al encontrarse abierta la causa contra él por su actuación en dicho caso. Temporalmente esta causa pasó al juez Toro.

El tribunal resolvió así un conflicto de competencias surgido a causa del desinterés de la juez sustituta María Sánchez Rivero por hacerse con el caso, actitud compartida por el titular del Juzgado 19 de Madrid. Este último recibió por reparto la causa del City National Bank of Florida pero la reenvió al Juzgado de Silva -que se encontraba suspendido-. La juez que sustituyó a Elpidio hasta principios de diciembre fue quien elevó el conflicto de competencia.

En medio de este proceso, la prensa publicó parte del contenido de los 8.777 correos incautados a Blesa. En ellos se leía cómo el exbanquero se felicitó por el éxito de la emisión de preferentes o como el expresidente del Gobierno, José María Aznar intentó vender a Blesa un proyecto poco viable de unos amigos de Miami.

Hace ya pocas semanas la juez Leticia García, que tomó el testigo de Sánchez Rivero para sustituir a Silva en el Juzgado de Instrucción número 9 de Madrid, autorizó a Bankia a cambiar de servidor sus correos pero pidió a la entidad que hiciera antes una copia de seguridad que garantice su conservación. No obstante, rechazó la petición de Manos Limpias de incorporar los correos corporativos de Blesa comprendidos entre 2006 y 2009.

Miguel Blesa está cada vez más lejos del banquillo de los acusados, mientras que el primer juez que le investigó ya se ha sentado en él. El tribunal Superior de Madrid abrió en enero juicio contra Sila por creer que en la investigación hubo “situación obvia de abuso”. El juicio está interrumpido a la espera de que se resuelva la recusación que el candidato de Movimiento Red a las elecciones del Parlamento Europeo ha presentado contra dos de los magistrados que le juzgan. Pocos días después de la apertura de este juicio, el CGPJ le volvió a suspender.

El expresidente de Caja Madrid tiene otro frente judicial. Se trata de la querella admitida el pasado junio por el juez de la Audiencia Nacional, Fernando Andreu, por la comercialización de las preferentes en el marco del caso Bankia. Andreu también ha rechazado incorporar los correos de Blesa.

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