Bankia respira un poco más aliviada en Bolsa desde el viernes pasado. Desde esa fecha, ha dado a conocer ahora el supervisor bursátil, la nacionalizada quedó libre de la amenaza bajista de los ‘cortos’. Sin embargo, el aplauso del mercado no llega para una entidad que de nuevo en rojo pone rumbo hacia los 0,70 euros por acción, según varios expertos del análisis técnico.
La entidad heredera de Caja Madrid no se veía libre de posiciones cortas desde principios de noviembre del pasado. Muy al contrario, en los últimos meses, a las puertas de su nacionalización efectiva con la entrada masiva del Estado como accionista a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), los bajistas se habían multiplicado hasta máximos históricos en la entidad, con una participación conjunta superior al 1% de su fragmentado accionariado.
En el último recuento de ‘cortos’ llevado a cabo por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) el pasado 17 de mayo, un 0,8% del capital de Bankia apostaba por el declive de la entidad. Desde entonces, el fuerte descalabro bursátil que ha provocado el paso por caja de cientos de preferentistas que recibieron acciones del banco en canje por sus antiguos papeles parece haber colmado ya sus expectativas. De hecho, apuntan algunos gestores, se consiguieron mínimos intradía de 0,475 euros por acción, cuando el consenso de mercado vaticinaba un descenso máximo en el entorno de los 0,70 euros unitarios.
Sin embargo, tras la reciente remontada de precios que el análisis técnico presagiaba por la fuerte sobreventa que el valor sufrió en los últimos días, su gráfica ahora sí parece encaminarse hacia los pronosticados 0,70 euros por título. De momento, a pesar de la retirada de los bajistas, ya acumula dos sesiones bajistas de dos esta semana, con un retroceso de nada menos que el 22%. Y los expertos vaticinan que llega para quedarse, porque aún quedan muchos preferentistas por vender y los especuladores, pese a los tímidos esfuerzos de la CNMV, siguen campando a sus anchas por el valor.
En este sentido, algunos de los gestores de carteras más críticos con el valor apuntan a que la retirada de los ‘cortos’ sea sólo un espejismo. Una hipótesis que explican por el hecho de que este último recuento de bajistas ha sido el primero después de la macroampliación de capital de Bankia en la que ha multiplicado bruscamente el número de acciones. Así, si ya antes muy pocos especuladores aglutinaban el 0,2% que como mínimo tiene en cuenta el supervisor del mercado para sus recuentos, ahora menos. Para que la CNMV tuviese en cuenta un corto en la nacionalizada, hoy por hoy, éste tendría que tener -bien en cartera o bien en préstamo- nada menos que 23,03 millones de acciones de la entidad.
Ya hace unos días el especulativo fondo GLG Partners redujo su presión bajista sobre la de José Ignacio Goirigolzarri por debajo del 0,5% de su capital. Este umbral es el mínimo que la regulación marca para que un bajista tenga que revelar públicamente su condición al conjunto del mercado. Si el 17 de abril tomaron un 0,52% de la entidad en ‘corto’, un mes y una semana más tarde el británico brillaba por su ausencia en los registros de la entidad.
Mientras tanto, los especuladores vuelven a tener munición para vapulear la cotización de Bankia con su próxima entrada en el índice EuroStoxx 600. El próximo 24 de junio, la entidad volverá a este selectivo paneuropeo del que fue expulsada en marzo. La posible toma y retirada de posiciones por parte de fondos que repliquen este índice vuelve a prometer negocio a las prácticas de inversión más agresivas que, pese a la virtual desaparición de cortos, los gestores afirman que siguen gobernando el día a día de la entidad.
