Tal como ha informado la firma japonesa, estos resultados muestran el "impacto sustancial" que la pandemia mundial del coronavirus registró en sus ventas, que cayeron tanto en Japón como en Norteamérica un 6%, hasta 202.000 y 397.000 unidades, respectivamente. En China, sus matriculaciones disminuyeron un 14%, hasta 212.000 vehículos y en Europa se mantuvieron "estables", en los 264.000 automóviles.
En todo su ejercicio fiscal, Mazda vendió a nivel mundial 1,42 millones de vehículos, lo que significa una reducción del 8,9% en comparación con el año anterior.
De esta manera, Mazda facturó en todo el año 3,43 billones de yenes (28.300 millones de euros), un 3,8% menos, mientras que su beneficio operativo se redujo casi a la mitad, pasando de 82.307 millones de yenes (680 millones de euros) a 43.603 millones de yenes (360 millones de euros).
"Mazda continúa teniendo éxito en Europa, especialmente con nuestros dos modelos de nueva generación, el Mazda 3 y el Mazda CX-30. A pesar de la pandemia actual, Mazda Europa hizo una contribución significativa a nuestra empresa durante el último año y seguimos comprometidos con el 'Viejo Continente", ha subrayado el presidente de la marca nipona, Akira Marumoto.
Debido a la situación actual, Mazda ha decidido no publicar previsiones para su año fiscal 2020/2021, aunque ha indicado que monitorizará "de cerca" el contexto empresarial y evaluará el impacto que la pandemia podrá tener en las cuentas de la compañía.