La investigación abierta por las grabaciones de la conversación entre José Manuel Villarejo y Corinna zu Sayn-Wittgenstein siguen su curso. Este jueves el comisario jubilado ha declarado durante poco más de una hora ante el juez de la Audiencia Nacional Diego de Egea. Sin embargo, el expolicía se ha negado a responder a las preguntas de la Fiscalía Anticorrupción.
La llegada de Villarejo a la Audiencia Nacional ha estado protagonizada por unos problemas de espalda. El excomisario pidió comparecer desde la cárcel de Estremera pero, finalmente, ante el rechazo del magistrado, ha acudido a la sede judicial en ambulancia. A su salida, ha vuelto a prisión en el mismo medio de transporte.
El expolicía ha asegurado al juez, como han desvelado fuentes judiciales, que se reunió con Corinna como “enviado de Estado”, con el objeto de solucionar los “problemas” que ella tenía entonces con el exjefe del Estado.
Villarejo ha comparecido este jueves después de que el juez de la Audiencia Nacional le llamase a declarar la semana pasada al abrir una pieza separada sobre las conversaciones entre el investigado y Corinna. Unas grabaciones que, como se ha publicado en diversos medios, implican al Rey Juan Carlos y a los servicios secretos españoles.
La esperada comparecencia del excomisario llega en un momento en el que los movimientos judiciales siguen dándose. Sin ir más lejos, hace apenas unos días fue detenido el comisario Enrique García Castaño y el inspector Antonio Bonilla. Ambos por haber proporcionado supuestamente documentación y datos sobre personas que estaban siendo investigados por Villarejo.
Después de que García Castaño y Bonilla declarasen en sede judicial, De Egea decidió dejarles en libertad provisional, pero con medidas cautelares como comparecencias quincenales en el juzgado y prohibición de salir al país.
