Uber podría enfrentarse a duras represalias por ocultar durante un año que había sufrido una filtración de datos que afectó a 57 millones de cuentas. Las autoridades de varios países en todo el mundo han iniciado investigaciones sobre lo sucedido para determinar la responsabilidad de la aplicación por ocultar el ataque.
Entre los países que ya han anunciado que están estudiando con lupa la actuación de la plataforma se encuentran EEUU, Reino Unido, Australia y Filipinas.
“Ocultar deliberadamente las infracciones de los reguladores y los ciudadanos podría atraer mayores multas para las empresas”, ha asegurado James Dipple-Johnstone, de la oficina del comisionado de información del Reino Unido en un comunicado que recoge el diario The Guardian.
Por su parte, en EEUU, la Comisión Federal de Comercio (FTC), que tiene competencias para tomar medidas contra empresas que ponen en marcha prácticas engañosas o injustas, anunció que estaba “evaluando de cerca los serios problemas planteados” por la ocultación. El senador demócrata Richard Blumenthal pidió al organismo que adoptara “medidas de aplicación rápidas e imponga sanciones significativas”.
Mientras que la autoridad encarga de la protección de datos de Filipinas ha anunciado que ha convocado a Uber a una reunión para intentar “arrojar luz” sobre lo ocurrido.