Inspección de Trabajo ha cerrado las instalaciones de la Facultad de Medicina donde se encuentran los cuerpos al ver que los empleados no tienen ni formación ni protección adecuada. El hacinamiento de unos 250 cadáveres donados a la ciencia en la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) que desveló el pasado lunes El Mundo sigue dando que hablar. Los sindicatos están estudiando acudir a los juzgados para denunciar la mala situación de salubridad de las dependencias, una decisión que llega después de que Inspección de Trabajo haya decretado el cierre cautelar de las instalaciones al comprobar que los empleados no tienen ni formación ni protección adecuada para desarrollar sus labores. El Rectorado de la universidad ya ha anunciado que los cuerpos serán retirados esta misma semana.
Ayer mismo, según informó el responsable de Universidades de la Federación de enseñanza de CCOO Madrid, Santiago Cuesta, los funcionarios de Inspección de Trabajo visitaron las dependencias del Departamento de Anatomía y Embriología Humana II mientras los sindicatos estaban reunidos para preparar la mencionada denuncia, recoge Efe.
Las organizaciones sindicales han decidido llevar este problema ante los juzgados porque, según dice CCOO en un comunicado, la situación desvelada esta misma semana “requiere de una solución permanente que vaya más allá de las medidas puntualmente adoptadas por la universidad”.
Concretamente, el sindicato señala que el anuncio del Rectorado de que se retirarán los cuerpos tras llegar a un acuerdo con una funeraria dará solución a una “situación coyuntural”, pero “no garantiza plenamente que en estas instalaciones se cumplan los criterios normativos, técnicos y éticos de aplicación en este tipo de instalaciones”. Es más, afirma que “el proceder a la retirada de los cuerpos humanos de manera acelerada no asegura en ningún caso que la situación no vuelva a producirse”.
Es por ello que Inspección de Trabajo ha decidido la “paralización de todos aquellos trabajos del personal técnico que suponga la manipulación de restos cadavéricos por grave e inminente riesgo para la seguridad y salud de los trabajadores”, así como de los “trabajos de utilización del horno de cremación hasta que no se cumpla la normativa de aplicación”, según informa CCOO en el mencionado comunicado.
Asimismo, el sindicato reclama que la Complutense responsa a “todas las solicitudes de información realizadas por Inspección de Trabajo” y que realice “evaluaciones de riesgos laborales, de riesgos biológicos y de exposición a agentes químicos, así como la valoración específica de las condiciones higiénico-sanitarias de los puestos de trabajo de las instalaciones del departamento y la evaluación de riesgos psicosociales”.
También pide que se hagan exámenes médicos a los trabajadores afectados, que se garantice “documentalmente” el cumplimiento de la legalidad de la instalación, ubicación y funcionamiento del horno crematorio, y que se informe públicamente de todo ello.
Protocolo para la eliminación de los restos cadavéricos
Además, CCOO ha anunciado que este viernes 23 de mayo tendrá lugar una reunión entre Inspección de Trabajo, el Servicio de Prevención de la Universidad, los responsables del departamento y los delegados de prevención para presentar un “protocolo para la eliminación de restos cadavéricos”, fruto del acuerdo entre todas las partes anteriormente señaladas excepto la Inspección de Trabajo.
El objetivo de este acuerdo es “garantizar un trato respetuoso a quienes, de forma desinteresada, han donado sus cuerpos, así como a sus familias, y el cumplimiento de la normativa en todos su aspectos y la garantía plena del cumplimiento de las condiciones higiénicas y de salubridad para los trabajadores de estas instalaciones, así como a los estudiantes que desarrollan su actividad académica en la facultad”.
Y el sindicato concluye pidiendo que la situación que se ha producido en la Complutense no afecte a las personas que donan día tras días su cuerpo a la docencia y la investigación, ya que se trata de algo puntual y “su gesto permite una formación de calidad y la mejora permanente de la sanidad y la ciencia médica”.
