El presidente del Gobierno no está dispuesto a que la presunta contabilidad B del PP resucite el acoso que sufrió las semanas previas al Congreso de 2008, que pudo ser el fin de su liderazgo en el partido. Por ello, Mariano Rajoy ha decidido recurrir a Cospedal como su escudo ante la rebelión interna por el ‘caso Bárcenas’. Incluso, alienta los rumores sobre su posible relevo en la Secretaría General, al que se opone en líder del PP. Todo para apaciguar los ánimos en las filas del partido.
El motín que ha desatado en el PP por los ‘papeles secretos’ de Bárcenas no sólo están poniendo contra la pared a María Dolores de Cospedal, sino que sus críticas van dirigidas hacia el mismísimo Rajoy. A pesar de su victoria en las pasadas generales, este éxito no ha logrado zanjar la lucha de poder que existe en las filas populares que se ha reavivado con la polémica en torno al extesorero.
En las últimas semanas se ha producido una auténtica rebelión contra la forma en la que está gestionando este caso la dirección nacional del PP y, en concreto, Cospedal y su principal valedor, el presidente del Gobierno. Situación ante la que Rajoy ha ordenado a la secretaria general que sea ella la que de la cara.
De esta manera, el líder popular trata de librarse de las críticas en torno al caso del extesorero y que sea la también presidenta manchega la que cargue ‘con el muerto’. Incluso, desde el entorno del jefe del Ejecutivo, según han asegurado fuentes populares, se está alentando la posibilidad de que Rajoy prescinda de Cospedal por los ‘papeles de Bárcenas’. Una decisión que tranquilizaría a las numerosas voces que claman por la dimisión de la secretaria general.
A pesar de estar incitando este cese, el presidente del Gobierno no forzaría el adiós de Cospedal a no ser que fuera por causa mayor.
Esta estrategia de Rajoy ha empezado a cansar a la secretaria general del PP que se ha ‘plantado’ y ha reducido a la mínima expresión sus apariciones públicas en Madrid, ya que no quiere pasar por el ridículo que supuso su comparecencia sobre la indemnización “en diferido” de Bárcenas.
Y es que, según han asegurado observadores políticos, Cospedal quiso echar a Bárcenas en cuánto llegó a la Secretaría General del partido, pero no encontró más que problemas. Asimismo, se destacan los constantes ataques que desde el entorno del extesorero se están lanzado a sus ‘tres viejos compañeros de siempre en la cúpula del partido’: Arenas, Rajoy y Álvarez Cascos. Unos mensajes que se centran en que si entra en prisión, no lo hará solo.
