Los empleados de las grandes superficies siguen adelante con sus movilizaciones contra la intención de la Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución (ANGED) de introducir modificaciones en el convenio colectivo que permitan rebajar hasta un 20% el sueldo a la plantilla o suprimir varias pagas extra. Las protestas llegarán a Madrid el 31 de enero, donde se ha convocado una concentración en plena calle Velázquez.
Concretamente, según han comunicado la Federación de Comercio y Hostelería de UGT y CCOO, los trabajadores de los grandes almacenes protestarán el jueves frente al Gran Hotel Velázquez, donde se reúne la mesa de negociación del convenio colectivo, entre las 11 y las 13 horas para mostrar su desacuerdo con las pretensiones de la patronal y exigir “un convenio digno”.
“Esta protesta se enmarca dentro de la campaña de movilizaciones en las empresas de grandes almacenes (Carrefour, Alcampo, El Corte Inglés, Ikea, Makro, etc.), que a pesar del contexto económico que estamos viviendo siguen obteniendo miles de millones de beneficios y pretenden que sus trabajadores, que ya vienen sufriendo una aberrante e histórica agresión en sus derechos, los vean menguados aún más con la excusa de que han caído las ventas, pasando de la precariedad a la esclavitud”, indica un comunicado de CCOO.
Las protestas convocadas en Madrid se suman a las ya realizadas por el personal de las grandes superficies de Valladolid, que abrieron la veda de movilizaciones frente al Corte Inglés de la calle Constitución el pasado día 24, coincidiendo con la tercera reunión entre sindicatos y ANGED para tratar el acuerdo marco que regulará las relaciones laborales durante los próximos cuatro años.
s.
Asimismo, los trabajadores cántabros volverán a salir a la calle en febrero contra las medidas anunciadas por la patronal. Tras manifestarse el pasado día 28, han convocado nuevas protestas para el 5 y 15 del mes que viene.
ANGED, además de una rebaja en el sueldo que podría llegar al 20% y de la eliminación de dos pagas extra, pretende también aumentar la jornada anual en 56 horas, hasta alcanzar las 1.826, así como ‘pagar’ con un día libre por cada domingo o festivo trabajado, eliminando así la retribución extra vinculada a esa jornada.
Según ha denunciado la Federación de Trabajadores Independientes del Comercio (Fetico), la patronal pretende también cambiar el acuerdo sobre las vacaciones para que sean los empresarios los que decidan los periodos de disfrute. E incluso habría propuesto que los trabajadores dejen de cobrar por determinadas licencias, es decir, los días libres que se conceden a los empleados por cuestiones como el nacimiento de un hijo, el fallecimiento de un familiar, por casarse o para hacer el examen de conducir. Estos días se pagaban, pero a partir de ahora los empresarios quieren no abonarlos y obligar a los trabajadores a recuperarlos.
