CCOO y UGT de Madrid se han mostrado escépticos ante la posibilidad de que la presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre, suprima dos tercios de los liberados sindicales que trabajan en la Administración Pública.
Así, recuerdan que la ley contempla la libertad sindical y los derechos de los trabajadores a estar representados, y por tanto será muy difícil que el Gobierno regional cumpla una promesa que según El Mundo Aguirre formulará en el Debate sobre el estado de la Región, que comenzará mañana en la Asamblea de Madrid. Fuentes de la Comunidad de Madrid rechazaron confirmar la información del diario. Sin embargo, el consejero de Economía de la región, Antonio Beteta, reconoció esta misma mañana que es una posibilidad que se está estudiando.
Fuentes de CCOO enmarcaron la iniciativa en una “campaña de hostigamiento” que Aguirre ha emprendido contra las organizaciones sindicales. En su opinión, la presidenta quiere someterlos a un “linchamiento social” y buscar un culpable que pague las consecuencias de la crisis. Por su parte, el líder de UGT, Cándido Méndez, en RNE, comparó la actitud de Aguirre con la del pastor estadounidense Terry Jones que quería quemar coranes el 11-S.
Tanto CCOO como UGT han rechazado la invitación de la Comunidad para asistir al Debate de la Región, ya que no están dispuestos a que les “insulten”.
La iniciativa que estudia la Comunidad ha recibido el respaldo de los dirigentes nacionales del PP. Tanto Esteban González Pons como María Dolores de Cospedal calificaron la medida de “interesante” y creen que se ajustaría a la legalidad. Desde el PSM, los dos aspirantes a liderar las listas electorales, Trinidad Jiménez y Tomás Gómez, criticaron la “lamentable” medida y recordaron la importancia de la representación sindical para los trabajadores.
