La última batería de recortes aprobada por Mariano Rajoy no ha caído demasiado bien en el seno del PP. Además de las protestas de los ciudadanos, el presidente del Gobierno debe enfrentarse también a la rebelión interna que encabeza José Antonio Monago, quien recurrirá ante el Constitucional algunos puntos del ‘tijeretazo’ del Ejecutivo.
Mariano Rajoy tendrá que sofocar el fuego que ha creado su plan de ajustes entre algunos dirigentes del PP. Por si no fuese poco con enfrentarse a las protestas que desde el miércoles pasado inundan las calles españolas, ahora también han quedado patentes los recelos de algunos miembros del partido respecto a las medidas adoptadas por su líder para sacar al país de la crisis.
El presidente de la Junta de Extremadura, José Antonio Monago, encabeza esta rebelión interna contra los recortes de Rajoy, ya que ha decidido recurrir ante el Constitucional el impuesto sobre la producción y transporte de energía incluido en el paquete de medidas aprobado el pasado viernes por el Gobierno. El dirigente autonómico considera que “vulnera” en el “fondo y la forma” el impuesto autonómico que ya existe a tal efecto, la ‘ecotasa’.
Según ha indicado hoy el consejero de Economía y Hacienda, Antonio Fernández, esta medida, que “repercute la producción de energía sobre los que la consumen”, “está penalizando a los habitantes de una comunidad que produce y exporta al resto del estado español el 75% de energía que produce”.
Algo que Monago no parece dispuesto a tolerar, sobre todo después de que IU, que con su abstención posibilitó el ascenso al poder del popular en Extremadura, se uniese hace unos meses al PSOE para derogar los recortes sanitarios de Rajoy, lo que allanaba el camino a una moción de censura contra el mandatario autonómico.
Por ello, ante el posible nuevo entendimiento de la izquierda en la región que preside, y con la mirada puesta en no perder el Ejecutivo regional, Monago ha decidido ahora llevar ante el Tribunal Constitucional los recortes del Gobierno central.
Una rebelión a la que también se ha sumado la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, quien ante el severo plan de ajuste anunciado por Rajoy, que incluye subidas de impuestos y recortes en el número de concejales y en el sueldo de los alcaldes, criticó los constantes “sacrificios” que tienen que asumir las administraciones locales para que España recupere la senda de crecimiento.
La regidora popular, que dijo que “el sacrificio que se exige al mundo local no ha sido enunciado en la misma intensidad el sacrificio a otras administraciones”, lanzó también una advertencia al presidente del Gobierno: si insiste en que los consistorios paguen el pato de los “recortes de ingresos”, al final muchos ayuntamientos pequeños “no van a poder ni cubrir sus servicios”.
