Pello Urizar, secretario general de Eusko Alkartasuna

Entrevista

Pello Urizar, secretario general de Eusko Alkartasuna

Pello Urizar, secretario general de Eusko Alkartasuna

Pello Urizar: “España no da ninguna esperanza. Dan ganas de llorar” Pello Urizar es el secretario general de Eusko Alkartasuna, uno de los partidos que conforman la agrupación EH Bildu. Urizar se presenta por la provincia de Guipúzcoa, y espera que en esta legislatura Euskadi conforme un tripartito entre PNV, EH Bildu y Podemos que defienda el autogobierno y el derecho a decidir. El candidato de EH Bildu confía poco en una España que “dan ganas de llorar”.
 
¿Qué Euskadi quiere EH Bildu para los próximos 4 años?
 
Nosotros acuñamos hace un tiempo el término de la ‘soberanía social’ porque entendíamos que nuestra idea es una sociedad construida sobre la justicia social. Espero que tengamos la capacidad de trasladar a nuestra sociedad que las mujeres y hombres que van a vivir en este país lo van a hacer de una manera digna. Planteamos la soberanía como la irrupción del autogobierno. Si algo hemos comprobado en este país es que la capacidad de gobernarnos a nosotros mismos nos ha permitido avanzar por encima de la media del Estado y creemos que de esa forma vamos a poder avanzar en esa justicia social.
 
¿Con qué partidos se imagina pactando para construir ese Euskadi?
 
Es un camino de cierto recorrido. Nos fijamos en Cataluña porque ciertas cosas que hacen allí nos puede servir como modelo, pero sabemos que tenemos que hacer nuestro propio recorrido. Sabiendo en qué realidad nos encontramos lanzamos una oferta de gobierno a PNV y a Podemos, pero ampliamos esa oferta de acuerdo a la mayoría sindical vasca.
 
¿Qué contenidos ofrecéis para la construcción de ese pacto?
 
Uno, que podamos decir en esta legislatura que Euskadi es un territorio sin recortes. Algunos nos achacan que solo pensamos en la identidad nacional, la ikurriña o la txapela. No es así, tenemos claro que las personas de este país tienen que vivir lo mejor posible. Por lo menos a un nivel digno.
 
Dos, el autogobierno. Esta es la legislatura del ‘derecho a decidir’ y tenemos que llegar a un acuerdo amplio que promueva ese nuevo estatus. Ese acuerdo tendría que refrendarlo la sociedad vasca y estamos dispuestos a ir a Madrid a negociar. Aunque no tenemos ninguna esperanza, como sucedió con el ‘plan Ibarretxe’. Si Madrid nos dice que ‘no’, tendríamos que seguir con el camino.
 
Tres, entendemos que esta es la legislatura de la culminación del proceso de paz. Quedan flecos sin cerrar. El gobierno de Rajoy decidió que el proceso de paz no iba a llegar a su culminación. Creemos que para la mejor convivencia se requiere que lleguemos hasta el final.
 
¿Qué opciones de gobierno existen?
 
Hay dos opciones. La opción progresista y de avance, que se haría con PNV, EH Bildu y Podemos, y la alternativa ‘status quo’, que es la del PNV, PSE y PP.
 
¿Crees que Podemos Euskadi va a tener libertad de maniobra para poder fraguar ese pacto con Bildu? ¿O mientras no haya gobierno, y por la visión que existe en España de EH Bildu, Podemos Euskadi va a tener las manos atadas?
 
Lo que trasladan públicamente es que el ‘derecho a decidir’ se traslada también a la dirección de Podemos Euskadi. Esta semana Pablo Iglesias ha dicho que el derecho a decidir está por encima de todo. En cualquier caso, vemos algunos tics provenientes de Madrid que no nos demuestran con total claridad que Podemos entienda el derecho a decidir como lo entendemos nosotros. No voy a hacer un acto de fe, pero hasta que se posicionen públicamente y afirmen que no tienen margen de maniobra para nosotros es un agente válido con el que se puede hacer un recorrido, como el PNV.
 
Si estuviera en manos de EH Bildu decidir el lehendakari, ¿con quién se sentiría más cómodo, con Iñigo Urkullu o Pili Zabala?
 
EH Bildu nunca plantea el con quién, sino el para qué. Nosotros hemos llegado a acuerdo con el PNV en muchas ocasiones, pero también hemos llegado a acuerdos con el PSE, incluso con el PP. Plantearemos nuestro apoyo en un sentido u otro si vemos que uno de los resultados es mejor para la sociedad vasca. Pero puede que tampoco apoyemos ninguna de esas dos opciones.
 
Los estudios sociodemográficos señalan que muchos votantes de EH Bildu se han ido a Podemos. ¿A qué lo achaca?
 
Creo que hemos de ser sincero. EH Bildu nació en el 2011, en un escenario muy concreto donde no había una alternativa de izquierdas y soberanista, pero es que tampoco había una alternativa de izquierdas real como tal. Teníamos a un PNV que lo habían sacado del Gobierno Vasco, un PSE y PP en un frente constitucionalista. El eje de izquierdas estaba en horas muy bajas. Supimos captar la ilusión de un sector muy grande de la sociedad, pero la realidad es que desde 2014 el movimiento Podemos ha hecho que muchas de aquellas personas volvieran a su voto tradicional.  
 
¿EH Bildu tiene diseñado cómo poder volver a seducir a esos votantes que ‘volvieron’ a Podemos?
 
Una de las grandes promesas de Podemos es trasladar el mensaje de que es posible el cambio en España, y que con una nueva correlación de fuerzas la convivencia entre los pueblos puede ser diferente respetando cada una de las naciones que hay. Entiendo que haya personas que apoyen esa apuesta. Pero también estamos viendo, tras las últimas elecciones, que ese hipotético cambio está muy lejos. No dan ni las cifras ni la voluntad del acuerdo. Y eso se percibe, por eso cambian tanto el voto de las elecciones generales a las autonómicas. Hay muchas personas que sin ser ‘abertzales’ llegan a la conclusión de que es muy difícil construir un Estado Español de estas características y se convierten independentistas.
 
¿Os planteáis seguir una vía parecida a la que han emprendido en Cataluña?
 
Nosotros tenemos que hacer nuestra propia vía. Yo estuve en la Diada de 2012. Vi cómo el caldo de cultivo que se estaba generando en los años anteriores provocó que partidos como CiU se decantarán por el camino secesionista, cuando siempre lo habían rechazado. Tenemos que ser sinceros, aquí el PNV no ha visto ese camino.
 
¿El PNV es independentista?
 
Yo creo que muchas de las personas que votan al PNV son independentistas. No todas, porque se observa fácilmente cómo el PNV está vaciando al PSE y al PP. Ese mensaje posibilista del PNV nace ante una amenaza de un EH Bildu con más poder. En Guipúzcoa eso se ha visto perfectamente. En las últimas elecciones autonómicas el PP se ha quedado con un compromisario en Juntas Generales y siete concejales. Está casi extinguido. Esas personas que votan al PNV por esas razones desde luego no son independentistas. No obstante, el PNV de Ibarretxe era diferente al de ahora, y creemos que en algún momento volverá a ser como fue. Porque no hay alternativa. España no da ninguna esperanza. Dan ganas de llorar.
 
¿Consideráis que el PNV se ha puesto de perfil respecto a la inhabilitación de Arnaldo Otegi? Andoni Ortuzar dijo que aprovecháis muy bien el victimismo…
 
Reconozco que el PNV salió a la calle cuando se detuvo a Otegi hace 7 años, y siempre se ha mostrado en contra de su detención. Ahora bien, cuando salió de la cárcel se ha convertido en un adversario político. Y desde entonces ha sido caña, caña y caña. No creo que compartan la inhabilitación, más política que judicial, por lo que deberían comprender que EH Bildu tiene el derecho a decidir quién es su candidato. Creo que es un juego político porque creen que defender a Otegi les puede restar apoyo electoral, y por eso andan de perfil.
 
A colación del debate electoral en el que Iñigo Urkullu preguntó varias veces a Miren Larrion, la candidata de EH Bildu, si “¿Tan difícil es decir que matar estuvo mal?”, ¿Al votante de EH Bildu le molestaría que EH Bildu dijera explícitamente que la violencia de ETA fue un error y que matar estuvo mal?
 
EH Bildu no tiene que reconocer nada. EH Bildu se creó en su día con unas condiciones. Y las condiciones eran que la vulneración de los derechos humanos tenía que ser denunciada y que la práctica política iba a ser exclusivamente civil y democrática. Si no se daban esos casos, EH Bildu no se hubiera creado. Por lo tanto, intentar atribuir a EH Bildu mochilas del pasado es cuestionable.
 
Otra cuestión, durante el debate escuché varios comentarios de ‘matar estuvo mal’ entrando en la ética de lo que no se dice o lo que sí se dice. Si entramos en ese debate, no sé, pero yo, que tengo 48 años viviendo en Euskal Herria, he cantado el ‘voló voló, Carrero voló’, y conmigo lo cantaban muchísima gente que ahora se quiere poner la chapa de que matar siempre ha estado mal. ¿Dónde, cuándo? ¿Cuál era la fecha en la que esa canción sobre Carrero Blanco se podía cantar y cuándo pasó a ser éticamente reprobable? Yo no tengo ningún problema. Siempre he estado en contra de cualquier vulneración de los derechos humanos. Pero cuando hay algunas personas, como en el debate del jueves, que están intentando achacar a EH Bildu cuestiones que no son de EH Bildu, creo que es hipocresía.
 
¿Por qué?
 
Porque podríamos poner encima de la mesa cuestiones que a ellos también les llevaría a dudar sobre su historia y no mirarían tanto a EH Bildu.
 
Entiendo que se refiere a los GAL o al franquismo…
 
Claro. A nosotros nos llaman asesinos mientras todavía se están recogiendo huesos de la Guerra Civil de las cunetas de las carreteras. ¿Dónde termina, dónde empieza? Hay muchas cuestiones de las que hablar. Sabemos que Euskal Herria ha tenido un recorrido en el que la violencia ha sido parte, por desgracia, de su historia. Y una de las mayores satisfacciones que he tenido personalmente, como padre, es poder trasladar una sociedad sin esa realidad. Y eso es sincero. Creemos que hemos hecho un esfuerzo grandísimo para que esos pasos se pudieran dar, y durante estos últimos años EH Bildu ha tenido constantemente que demostrarlo. Lo que no vamos a permitir es que otros nos pongan el nivel. Porque un día piden una cosa, y al día siguiente suben el listón. Nuestro modelo no es el de los vencedores y vencidos que instauraron en el 39.
 
Por tanto es un debate sobre la construcción del marco político…
 
Claro, pero cada vez que se plantea el GAL u otra cosa miran para otro lado. No quieren. Hemos tenido como lehendakari a una persona que en su momento estuvo enfrente de una prisión apoyando al socialista José Barrionuevo, ministro y miembro de los GAL. ¿Ahí, qué pasa? ¿Sólo tienen mochila del pasado algunos? Hay mucha hipocresía con ese tema, y cuanto más se utilice esa hipocresía y se juegue falsamente con ese tema, la sociedad más nos dará la espalda. Porque la sociedad, en cuestión de convivencia, sí está avanzando.
 
La izquierda abertzale siempre ha exigido con vehemencia el cumplimiento de los derechos de los presos y de sus familiares, pero tengo la sensación de que esa misma vehemencia no se ha aplicado a la hora de defender el derecho a la vida.
 
¿Somos conscientes de que estamos en un tiempo nuevo? Podemos posicionarnos sobre lo que pasó en los ochenta o los noventa, y hacer una valoración ética de lo que pasaba en aquel momento. Si algo yo he visto, y te lo digo como espectador, es que ha habido una evolución desde el 2010 hasta ahora significante. Ha habido un reconocimiento del daño causado, y muchos más pasos. Pero como los partidos iban perdiendo su influencia política, cada vez que se daba un paso, el nivel de exigencia se elevaba, y decían: ‘no, ahora eso no es suficiente. Ahora lo suficiente será lo siguiente’. Existe esa carrera, pero desde luego, el futuro de EH Bildu no es entrar en ella.
 
El futuro próximo es ver al senador de EH Bildu, Iñaki Goioaga, compartir Grupo Mixto con Rita Barberá.
 
Yo creo que le preocupará y molestará más al senador de Compromís, que es del mismo territorio. Aquí poco nos preocupa. No sé si decir a los españoles que hagan lo que puedan porque están demostrando que tienen muy poca capacidad.
 
¿Es posible entrevistar a alguien de EH Bildu sin mencionar a Arnaldo Otegi?
 
No sé, yo creo que sí. Yo he sacado el tema de Arnaldo Otegi porque me has preguntado. Si no me lo llegas a sacar, no lo hubiera mencionado. Al principio nos achacaron mucho que íbamos a utilizar a Otegi para hacernos la víctima, pero si te das cuenta estamos hablando de todo menos de eso.

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