La sociedad promovida por el BBVA y la constructora San José insiste en que el proyecto está “listo para ponerlo en práctica de inmediato si existe voluntad política”, pese al rechazo del Ayuntamiento. Distrito Castellana Norte (DCN), sociedad promovida por el BBVA y la constructora San José, no se da por vencido, pese a los varapalos recibidos tanto por el Ayuntamiento de Madrid como por el Pleno municipal. De hecho, la entidad sube el envite de Manuela Carmena y abre una oficina de información en el distrito de Fuencarral “con el doble objetivo de informar y escuchar a los vecinos”.
Con la apertura de la oficina, DCN manda un mensaje al Consistorio “refrendando su compromiso con la ciudad de Madrid” e insiste en colocar sobre la mesa política su proyecto. Una operación Chamartín que, según la sociedad, está “lista para ponerla en práctica de inmediato si existe voluntad política”.
Por ello, la sociedad ha celebrado el anuncio asegurando que “el objetivo de establecer este punto de encuentro es explicar de primera mano los beneficios y fundamentos de la propuesta de actuación de DCN, además de escuchar sus inquietudes y dudas”. “El contacto con los vecinos ha sido desde siempre parte integrante”, ha asegurado DCN.
Pese a que DCN incide en que cuenta con el visto bueno del 78% de los madrileños y del 83% de los vecinos, estas cifras no han estado exentas de polémica, así como el ‘tira y afloja’ entre la entidad y las organizaciones vecinales. Tanto la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (Fravm) como la Plataforma de Asociaciones y Entidades Ciudadanas de la Zona Norte han cuestionado la argumentación de la sociedad.
De hecho, en numerosas ocasiones la Fravm ha querido contrarrestar la “propaganda” de la DCN realizando diversas “asambleas informativas en los barrios y visitas guiadas” para que los residentes conozcan de primera mano las zonas afectadas por el proyecto. Una visión que se complementa con la de la Plataforma de Asociaciones y Entidades Ciudadanas de la Zona Norte que ha negado que “el proyecto cuente con el beneplácito de los vecindarios afectados”.
Los colectivos también lamentan que “deliberadamente, la entidad financiera obvia que la inmensa mayoría de las asociaciones vecinales de los barrios afectados se ha manifestado en contra de su proyecto ya que no se ajusta a las necesidades de sus vecinos y vecinas”.
