Las elecciones más reñidas dejan el futuro Gobierno en manos de pactos inciertos

Elecciones Generales

Las elecciones más reñidas dejan el futuro Gobierno en manos de pactos inciertos

Papeletas electorales

El bipartidismo se resiente ante el empuje de los emergentes, aunque PP y PSOE se mantienen como las fuerzas más votadas. Las elecciones se prometían más reñidas que nunca, con hasta cuatro partidos disputándose el futuro Gobierno, y los resultados no han defraudado, con el Parlamento más fragmentado desde 1978. Ahora, una vez pasada la cita con las urnas, llegará el turno de los despachos, después de que los resultados electorales hagan muy complicado que tanto Partido Popular (PP) como PSOE, las dos fuerzas más votadas, puedan buscar alianzas para formar un nuevo Ejecutivo.

De acuerdo con los datos publicados por el Ministerio de Interior con el 99,43% escrutado, el PP, formación que dirige Mariano Rajoy, obtiene un 28,7% de los votos, que le permitirán tener 123 escaños. La cifra se queda muy lejos de los 176 escaños que suponen la mayoría absoluta y aún más de los 186 que obtuvo en las elecciones de 2011. Entonces, los conservadores obtuvieron un 44,6% de los votos. De hecho, los resultados del PP son los peores desde 1989.

Victoria amarga por tanto para el PP, que tendrá muy difícil poder conformar Gobierno. No le valdrá con sumar tampoco las fuerzas de Ciudadanos. La formación de Albert Rivera, que había anticipado que se abstendría si no era el partido más votado, suma un 13,9% de los votos que se traducen en 40 escaños.

Pese a lo que indicaban las encuestas, el bipartidismo logra salvar la cara en las elecciones. El PSOE evita el ‘sorpasso’ y se mantiene como segunda fuerza del Parlamento con un 22% de los votos y 90 asientos en el Congreso, que le dejarán intactas sus opciones de formar Gobierno. Eso sí, los socialistas tocan un nuevo suelo electoral, muy por debajo de los 110 que obtuvo en 2011 Alfredo Pérez Rubalcaba. Entonces sumó un 28,7% de los votos, similar al apoyo obtenido hoy por el PP. La caída ha sido especialmente acusada en Madrid, donde los socialistas se quedan como cuarta fuerza política, por detrás no sólo de PP, sino de Podemos y Ciudadanos.

Si quiere gobernar, Pedro Sánchez deberá llegar a un acuerdo con Podemos, que irrumpe en el Congreso con 42 escaños y un 12,6% de los votos. A la formación de Pablo Iglesias, con apenas dos años de vida, se le deben sumar los 12 escaños de En Comú Podem. La formación de Ada Colau tendrá su propio grupo parlamentario, al igual que Compromís Podemos (9) y En Marea (6). En total, 69 escaños.

El que no podrá tener grupo parlamentario propio seráUnidad Popular-Izquierda Unida, ya que no alcanza el umbral de los 5 escaños: se queda en apenas dos y un 3,68% de los votos. En 2011, IU sumó 11 escaños. Peor le va a UPyD, que se quedará fuera del Congreso tras sumar sólo un 0,60% de los votos frente a los 5 asientos hace cuatro años.

Así las cosas, la futura gobernabilidad quedará en manos de los partidos nacionalistas que podrían tener en su mano dar los apoyos clave para una mayoría de investidura. Esquerra Republicana obtiene 9 escaños con un 2,40% de los votos, mientras que Democrácia y Llibertat, el partido de Artur Mas, obtiene 8 asientos (2,26%). En el País Vasco, el PNV se lleva un 1,22% de los votos y 6 escaños, mientras que Bildu se queda con 2 y un 0,89%. También tendrá representación Coalición Canaria, que se queda con un escaño, por los dos de 2011.

Senado

Si la formación de un Gobierno ya se antoja difícil, la situación se complica aún más teniendo en cuenta que el PP obtiene mayoría absoluta en el Senado que le permitirá ‘torpedear’ cualquier ley que apruebe el Congreso si finalmente se conforma una alianza de la izquierda y las fuerzas nacionalistas. Con un 60,60% escrutado, lo populares logran 121 senadores, muy por encima de los 50 que alcanza el PSOE, que ocupa la segunda posición. Podemos se queda con apenas 7.

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