La saga asturiana ha llevado a cabo su puja por los activos de Bridgepoint en León a través del vehículo inversor Céfiro. Las renovables vuelven a atraer a inversores de primera línea una vez digerido el golpe de la reforma energética. En este renovado ‘apetito verde’ son protagonistas una vez más los Masaveu, pues la conocida saga familiar propietaria de una de las mayores fortunas de Asturias se ha hecho con otro paquete de activos eólicos.
El montante de la operación no ha trascendido, pero sí se sabe que el anterior propietario de estos aerogeneradores, el grupo Bridgepoint a través de su marca Borawind, los tenía valorados en 400 millones de euros al momento de su adquisición, hace ahora cuatro años. Se trata de activos ubicados en León por una potencia conjunta de 330 megavatios.
De conseguir las pertinentes aprobaciones del supervisor, estos molinos con capacidad para generar 715 gigavatios por hora al año pasarán a engrosar la cartera de Céfiro, un vehículo de inversión liderado por la saga empresarial asturiana. A lo largo de los últimos meses, la sociedad inversora ha venido incrementando su cartera de activos renovables tanto eólicos como fotovoltaicos.
Los Masaveu han explicado que esta adquisición encaja “perfectamente” en su estrategia de “diversificación y gestión prudente” al tiempo que se consolida el “firme” compromiso de su corporación empresarial con el desarrollo sostenible y el mantenimiento del medio ambiente. En esta apuesta van de la mano con un grupo de inversores institucionales portugueses liderados por Exus Management Partners y con la belga Korys, el holding de inversión de la familia Colruyt.
Por su parte, el fondo Brigepoint ha contado con el asesoramiento financiero de Citigroup y BBVA en la operación, mientras que el despacho Allen & Overy ha prestado servicios de asesoría legal. Esta última tarea la han realizado desde DLA Piper y Linklaters para el consorcio de inversores internacionales entre los que se encuentra la rica familia asturiana.
