La constructora ACS, presidida por Florentino Pérez, ha confirmado hoy el recurso por primera vez en su historia al dividendo en acciones. Un mes después de que los accionistas aprobasen en junta general esta modalidad de retribuirles, la cotizada ha presentado hoy el calendario del que ya es su primer ‘scrip dividend’, pero no los precios de la operación.
En los planes de la endeudada constructora se contempla el abono en efectivo para los inversores que rechacen el pago en acciones para el próximo 31 de julio. Antes, hasta el 20 de julio, los accionistas que no quieran más papeles de la cotizada deberán comunicarlo a la compañía. Aunque tendrán que elegir a ciegas porque ACS no ha fijado precios para la operación, a diferencia de lo que ocurre en otras compañías como Iberdrola cuando plantean su dividendo flexible en acciones o efectivo. Tan solo se sabe que los que opten por títulos nuevos de la compañía los podrán ver cotizando, previsiblemente, el próximo 3 de agosto.
La compañía de Florentino Pérez se ha limitado a señalar que el número de derechos de asignación necesarios para recibir una acción nueva de ACS -a razón de un derecho por cada vieja acción de la constructora- y el precio al que se recomprarán a aquellos que opten por el efectivo dependerán de la cotización de la empresa en los días previos a la ejecución del dividendo. Una estrategia, apuntan algunos analistas para evitar la volatilidad de precios que en ocasiones acompaña a estos procesos y para invitar a la formulación de apuestas al alza sobre su accionariado que den pie a un desembolso más generoso para aquellos que prefieran el dinero contante y sonante. En junta de accionistas, sin embargo, ACS comunicó que este pago ascendería a un máximo de 362 millones de euros, es decir 1,15 euros por cada una de sus viejas acciones.
Si bien desde ACS se defiende que con este ‘scrip dividend’ se busca “mejorar su política de retribución a sus socios”, los analistas ven una clara apuesta por mejorar el endeudado balance de la compañía. El pago en acciones genera unas menores necesidades de desembolso por parte de la cotizada que el reparto tradicional en efectivo. Recientemente, los problemas generados por la expropiación de YPF en Argentina a Repsol también han forzado a la petrolera a recurrir al dividendo en acciones por vez primera en su historia.
Sin embargo, ACS no se beneficiaría en principio de otra de las bondades de esta modalidad de pago a accionistas: el refuerzo de capital. La constructora ha anunciado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores que amortizará acciones propias en autocartera por un importe igual al número de nuevos títulos que entregue a sus socios. Cosa que los expertos explican también como una estrategia para no desviar la relación existente entre capital y patrimonio, donde el abultado endeudamiento de la compañía tiene mucho que decir.
Ahora todas las quinielas se dirigen hacia las manos fuertes de ACS y por qué tipo de cobro apostarán. Los conocidos como ‘los Albertos’ -los primos Alberto Cortina y Alberto Alcocer- y los banqueros mallorquines March -a través de Corporación Financiera Alba- deberán escoger entre dinero fresco o reforzar su apuesta por una compañía que en los últimos meses les ha generado considerables pérdidas, tal como ya adelantó este diario. El espectáculo está servido de aquí al próximo 20 de julio.
