Los bonos de titulización de mejor calidad se los quedará el fondo estadounidense Blackstone, mientras que el FROB asumirá papeles subordinados. La factura del rescate bancario a las arcas públicas no deja de engordar incluso meses después de haberse dado por cerrada la reestructuración del sector. El público Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) ha afrontado el desembolso de otros 524,9 millones de euros para el saneamiento de la rescatada CatalunyaCaixa.
Esta partida se ha desembolsado como contraparte por la compra de una cartera de créditos, principalmente hipotecarios. Esta operación ya había sido anunciada el pasado mes de julio, pero no ha sido hasta ahora que se ha confirmado la misma. Su diseño se produjo en el marco del movimiento que adjudicó la maltrecha entidad catalana a BBVA por un precio simbólico y con un esquema especial para apartar de su balance los activos más tóxicos.
La participación el FROB en la operación, sin embargo, ha sido de acompañamiento. Es así que el protagonismo ha recaído sobre el fondo estadounidense Blackstone, que se ha hecho con la mayor parte del paquete traspasado por 3.598,4 millones de euros. Así, el montante total de la venta ha ascendido a 4.123,3 millones.
En un comunicado al respecto de la operación, CatalunyaCaixa explica que esta cuantía se ha determinado a razón de “la evolución de la cartera desde el cierre de la operación hasta su formalización, y los ajustes del perímetro de la misma”. Así se lee en un hecho relevante remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Como en otras operativas similares con bancos rescatados, se transfiere la cartera de préstamos a un fondo de titulización de activos que emitirá bonos para recuperar estas partidas. Una primera clase A de tipo senior es la que irá a parar a la cartera de Blackstone, mientras que a la cartera del fondo dependiente del Banco de España irán los de tipo B, subordinados al cobro por parte de los primeros.
