Según avanza la Navidad de este segundo año de la gran crisi

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Según avanza la Navidad de este segundo año de la gran crisi

Según avanza la Navidad de este segundo año de la gran crisis del principio del siglo, y siempre con el permiso de informaciones de tan alto interés como la localización final del Premio Gordo de la Lotería, ya se puede insinuar el nombre de una nueva estrella mediática capaz de hacer temblar a la mísmisima Belén Esteban. Se trata del presidente de la CEOE,Gerardo Díaz Ferrán. Un hombre a quién suponemos no le hará maldita la gracia tal honor.

Hoy todas las derivadas noticiosas de su historia y su personaje arrasan en las portadas de la gran prensa nacional. No es para menos hay tela que cortar y morbo para repartir. El hombre que debe negociar con los representantes de los trabajadores y el Estado un gran pacto para reflotar su economía no ha podido evitar la quiebra de una de sus empresas, Air Comet, que lleva aparejada la pérdida de 640 empleos. Tampoco ha podido devolver un macropréstamo que le concedió Caja Madrid, entidad financiera de la que es consejero.

Su desgracia se vio incrementada por la inesperada intervención de un juez londinense que ha embargado sus aeronaves por incumplimiento del contrato de leasing. Y todo ello, sin que el espíritu de estas fechas le haya dado la espalda como demuestra el hecho de que una parte del mayor premio de la lotería haya caído en Marsans, otra de sus compañías.

Y mientras, algunos empresarios enemigos, como Jesús Bárcenas, presidente de CEPYME esperan el desplome de un Díaz Ferrán a quién defienden los altos cargos del principal partido de la oposición. Conservadores todos. Lo mismo que el diario ‘El Mundo’ que califica en un editorial de inimaginable que nuestro héroe se mantenga al frente de la patronal.

No le hará gracia, nada de esto no, al emprendedor turístico de quien hablamos. Aunque lo mejor quizá sería que se imbuyera del espirítu neoconservador y liberal de sus admirados pioneros estadounidenses y aprovechará, muy a la española en este caso, su recién ampliada fama para recorrer los platos, editar un libro y, ¿por qué no?, negociar con una productora cinematográfica la fabricación de un biopic de urgencia en 3D con destino a las salas comerciales. Eso sí, no podría ser española.

Por lo menos si se confirman los temores de nuestra industria del Cine, sobre su posible desaparición, de los que hoy se hace eco ‘El País’en su portada. Hay miedo, al menos tras la decisión del Tribunsl Supremo de llevar al Tribunal Constitucional la financiación obligatoria que conceden las televisiones al séptimo arte. Lo sentimos por Díaz Ferrán. Tendrá que conformarse con una teleserie por capítulos.

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