El descontento entre las comunidades autónomas por la decisión de Pedro Sánchez de no reformar el modelo de financiación autonómica en esta legislatura no se ha hecho esperar. Tanto las regiones gobernadas por el PP como las que dirige el PSOE han censurado la confirmación que lanzó este martes el presidente del Gobierno en el Senado.
De hecho, nada más conocer la (no) medida de Sánchez aparecieron las primeras voces. Sin ir más lejos, Ximo Puig advirtió a su líder de partido que “no se puede renunciar en absoluto a cambiar el modelo lo más rápidamente posible”, al ver que “el modelo es injusto”. Así, el presidente valenciano ve “compatible” dar una rápida respuesta.
Sin embargo, no es la única región gobernada por socialistas que se han revuelto. El consejero de Economía de la Junta de Andalucía, Antonio Ramírez de Arellano, ha urgido este miércoles a Sánchez a abordar “a la mayor brevedad” esta reforma. “Que se supere las deficiencias del actual y que perjudica muy especialmente a Andalucía”, ha deseado el dirigente del Gobierno de Susana Díaz.
Por su parte, el socialista Emiliano García-Page ha exigido al Gobierno central que “tome las riendas” del nuevo modelo de financiación autonómica. En este sentido, el presidente castellanomanchego ha aseverado, en declaraciones recogidas por Europa Press, que “no es tema baladí que se pueda abandonar”.
Al mismo tiempo, el consejero de Hacienda y Administraciones Públicas del Gobierno de Castilla-La Mancha, Juan Alfonso Ruiz Molina, ha reclamado que todas las comunidades se sienten en la mesa de negociación. Es decir, que no se realice ninguna negociación de manera “bilateral”.
Esta advertencia también ha salido desde la Junta de Extremadura. La socialista Pilar Blanco Morales, vicepresidenta del Gobierno extremeño, ha instado al Ejecutivo a que no se consientan “espacios de bilateralidad”. Y desde Asturias han hablado de convocar “cuanto antes” el Consejo General de Política Fiscal y Financiera para abordar el asunto de “forma multilateral”.
En Baleares, la socialista Francina Armengol ha afirmado que su gobierno no renuncia “para nada” a esta negociación, pero ha respetado los “tempos” de Sánchez. Mientras, las autonomías gobernadas por el PP, como ha conocido la agencia de noticias, han acusado al presidente del Ejecutivo central de haber mentido con este asunto para llegar al poder.
