No obstante, en 2021 el consumo bruto de todos los combustibles también se incrementó principalmente por la recuperación económica tras el levantamiento de las restricciones por el Covid-19. Esto hizo que la participación de las energías renovables en el consumo final bruto para calefacción y refrigeración disminuyó 0,1 puntos porcentuales (pp), del 23% en 2020 al 22,9% en 2021. Esto es casi el doble del valor en 2004 (11,7%).
Según la Oficina Estadística europea, los avances en el sector industrial, los servicios y los hogares (incluida la electrificación de la calefacción mediante el uso de bombas de calor) contribuyeron al crecimiento de las energías renovables en calefacción y refrigeración.
Entre los Estados miembros de la UE, Suecia se sitúa a la cabeza con más de dos tercios (68,6%) de la energía utilizada para calefacción y refrigeración en 2021 procedente de fuentes renovables (principalmente biomasa y bombas de calor). Tras ella, Estonia (61,3%), Letonia (57,4%) y Finlandia (52,6%), todos ellos utilizando una gran proporción de biomasa.
Por el contrario, las proporciones más bajas de fuentes renovables para calefacción y refrigeración se registran en Irlanda (5,2%), los Países Bajos (7,7%) y Bélgica (9,2%). En el caso de España, el dato es del 17,4%.
Todos los Estados miembros de la UE tuvieron un aumento de 2004 a 2021. Las mayores subidas se dieron en Chipre (+32,1 puntos porcentuales; pp), seguido de Malta (+30,3 pp), Estonia (+28 pp) y Suecia (+22,7 pp). En el lado contrario, los aumentos menores se registraron en Irlanda (+2,3pp), Bélgica (+6,3pp) y los Países Bajos (+5,5pp).