El pasado 9 de marzo el Sindicato Médico de Ceuta (SMC) convocó el primer día de parón. Desde entonces, las acciones de protesta se han ido sucediendo, ya sea en los centros de salud o en la entrada de Urgencias del hospital universitario de la ciudad (HUCE). Asimismo, representantes de los Sindicatos Médicos de Ceuta y Melilla mantuvieron varios encuentros con responsables del Ingesa, del que dependen directamente los médicos de ambas ciudades autónomas. Unos encuentros en los que “quedó clara la postura de la Administración: no hacer nada y mentir”.
De nada parecen haber servido, lamentan los facultativos, las peticiones a la exministra de Sanidad, Carolina Darias, al actual ministro, José Manuel Miñones, e incluso al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para abrir un diálogo. Incluso, han denunciado el “inmovilismo” del actual titular de Sanidad ante la Fiscalía General del Estado.
“Siguen faltando médicos y los pocos que hay se han visto al borde del colapso físico y mental en los meses de verano, en los que se ha sumado la OPE, así como la época de vacaciones”, critica el sindicato médico. “Y mientras”, apunta, “los médicos tienen cada vez mayor carga”. En su opinión, “los pacientes sufren también las consecuencias del inmovilismo del Ingesa y del Ministerio de Sanidad”.
El SMC recuerda que la convocatoria de esta huelga fue “la última de sus opciones” ante la falta de diálogo y negociación de Sanidad y con el objetivo de captar y fidelizar facultativos.
Desde la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) se ha exigido de nuevo al Ministerio de Sanidad que “abandone la indiferencia en la que se ha instalado” ante este conflicto en Ceuta y Melilla.
