Perú intenta ‘blindar’ el gas natural de Camisea

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Perú intenta ‘blindar’ el gas natural de Camisea

Perú revisará el contrato de venta de gas de Camisea que mantiene con la argentina Pluspetrol para asegurar el consumo interno frente a los compromisos de exportación.Las fuentes de Puspetrol consultadas por Americaeconomica.com no han querido pronunciarse a este respecto. La preocupación crece en Argentina, donde el Gobierno busca alternativas al gas boliviano, tras los problemas que parece tener con algunos suministradores de aquel país.

Según el ministro de Energía y Minas, Pedro Sánchez, Perú está haciendo uso de una cláusula prevista en el contrato con la petrolera argentina, para que el consumo local disponga de suficiente gas natural. En cambio, según la agencia Reuters, Pluspetrol afirma que tiene reservas que garantizan el suministro local y que continuará con sus inversiones para expandir sus negocios y atender los planes de exportación.

Pluspetrol afirma que el consorcio que lidera la producción de Camisea tiene unas reservas de 14,1 billones de pies cúbicos de gas. Pero estas cifras no coinciden con la rectificación de reservas realizada por la firma Gaffney, Cline & Associates, donde asegura que existen 8,7 billones de pies cúbicos de gas.

Las noticias no son tan malas para Argentina, la provincia argentina de Neuquén espera incorporar 1 millón de metros cúbicos diarios de nueva producción de gas proveniente de arenas compactas para fines de agosto, que se extraerá del bloque Aguada Pichana donde opera la petrolera francesa Total con sus socios YPF y Pan American Energy.

La provincia pretende aumentar la extracción en arenas compactas para compensar la baja general en la producción, además de permitir la recaudación de más regalías, ya que parte de esta nueva producción puede venderse en los mercados no regulados en virtud del programa nacional Gas Plus.

No obstante, el gobernador de Neuquén, Jorge Sapag, ya ha dejado claro que quieren el mismo precio que se paga por el gas de Bolivia.

Ayer, este diario publicaba que la presidenta argentina Cristina Fernández está buscando alternativas al gas boliviano, tras los problemas que parece tener con algunos suministradores de aquel país, que exigen garantías de cobro antes de entregar el producto. De momento, su Gobierno parece intentar acercarse a dos productores europeos, la alemana E.ON y la italiana ENI que ya tienen intereses en el país.

Según asegura Dow Jones el Ejecutivo argentino ha revisado dos contratos de servicios públicos con las empresas Distribuidora de Gas Centro y Distribuidora de Gas Cuyana que controla Ecogás, una compañía conjunta de ENI y EON, que distribuye gas natural en seis provincias de Argentina. En el nuevo convenio se admite que las distribuidoras puedan subir los precio entre un 10% y un 30%.

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