Calderón considera que su país cuenta con condiciones que le dan ventajas sobre aquellas naciones que compiten en el sector automovilístico, en clara referencia a India, China y, sobre todo, Brasil.
El mandatario mexicano hizo estas declaraciones en la planta de Volkswagen de Puebla, donde el presidente del consejo ejecutivo de la automovilística alemana en México, Otto Lidner, confirmó la decisión de invertir 1.000 millones de dólares para fabricar unaplanta donde se construirá una nueva línea de automóviles a partir de 2010. Se espera que la planta genere 2.000 empleos directos más otros 6.000 de manera indirecta.
El Gobierno mexicano ha dado ayudas al sector automovilístico valoradas en cerca de 2.650 millones de euros, tanto en préstamos y garantías para las automovilísticas, las empresas de autopartes, financieras y distribuidoras, como en apoyo en caso de paros técnicos.
Las declaraciones de Calderón coinciden con los preocupantes datos del Producto Interior Bruto (PIB) de México, que ha caído un 9% en el primer semestre del año en comparación con el mismo período de tiempo del 2008.
Sin embargo el mandatario mexicano ha asegurado que, a pesar de las malas cifras del PIB, están trabajando arduamente no sólo para superar la crisis, sino para poder seguir adelante, con más rigor y más fuerza, sobre todo ahora que comienzan a verse algunos signos alentadores que hacen pensar en una pronta, aunque pausada, recuperación económica.
