Ayer conocíamos que, según los últimos datos de la Cámara baja, nuestros diputados han viajado en 2017 casi el doble que un año antes: el Congreso de los Diputados gastó en los seis primeros meses de este año 2,48 millones de euros en viajes nacionales de las señorías, un 40% más que en el mismo periodo del año anterior.
El aumento se entiende porque el año anterior se vivió la legislatura más corta de la democracia española desde 1977, por lo que la actividad parlamentaria fue menor y sin plenos de control al Gobierno. En este curso político, y si contabilizando estos desplazamientos desde octubre de 2016, el gasto parlamentario en este concepto asciende a 3,6 millones de euros, según ha calculado El Español a raíz de los datos que ayer publicaba la agencia Efe.
Pero los trayectos que acaban recorriendo nuestros representantes en el Congreso no es lo único que se engloba en esa partida, según calcula hoy el digital: en el mismo periodo, los cambios y anulaciones de los billetes de transporte de los parlamentarios han costado 726.000 euros.
Las dudas y cambios de agenda han costado, por tanto, un 20% de la partida total destinada a los viajes de los diputados por motivos laborales, según los datos del portal de transparencia del Congreso.
“El resultado es un despilfarro aún más llamativo en cancelaciones y cambios de billetes”, analiza El Español, recordando que sólo entre octubre y diciembre los diputados gastaron 1.134.221 euros en viajes. Y, de esa cantidad, 257.092 euros corresponden a las anulaciones, cambios y datos de gestión de los billetes.
Entre enero y junio de 2017 gastaron han gastado 2,48 millones de euros en desplazamientos. De esa cantidad, 469.245,43 euros corresponden, según se explica en el portal, a «los gastos de gestión, de cancelaciones y de cambios, así como billetes emitidos pendientes de utilización».
Estas cuentas sobre los desplazamientos de sus señorías revelan que uno de cada cinco euros destinados al pago de su transporte se ‘despilfarraron’ en cambios de agenda.
