La presión social obliga a ING a retirar la subida de sueldo de un 50% para su presidente

Sueldos de los banqueros

La presión social obliga a ING a retirar la subida de sueldo de un 50% para su presidente

“ING no es una fábrica de galletas, es un banco de importancia sistémica”, llegó a señalar el ministro de Finanzas holandés tras conocerse la subida.

Sucursal de ING

El banco holandés ING ha decidido abandonar finalmente sus planes de otorgarle una subida del 50% de sueldo a su presidente ejecutivo, Ralph Hamers, tras el alboroto político levantado en el país durante los últimos días tras conocerse la medida.

El consejo de supervisión de ING, presidido por el expresidente ejecutivo de Shell Jeroen van der Veer, echa para atrás la medida tras darse cuenta de que había “subestimado la respuesta pública en los Países Bajos sobre este asunto claramente delicado”. El consejo, que se había lamentado durante mucho tiempo de que Hamers está mal pagado en comparación con sus homólogos internacionales, reveló la semana pasada planes para otorgar a su primer ejecutivo 875.000 euros en acciones diferidas, lo que supondría elevar su salario en un 50% hasta alcanzar los 3,15 millones de euros.

El anuncio, sin embargo, provocó una reacción instantánea en la arena política, teniendo en cuenta además que la próxima semana se celebrarán elecciones locales. Partidos que representan el 99% de los escaños en el Parlamento del país aprobaron una moción en la que se condenaba la medida. El ministro de finanzas holandés, Wopke Hoekstra, llegó a señalar que el Gobierno estaba considerando aprobar una ley para bloquear el aumento salarial previsto. “ING no es una fábrica de galletas, es un banco de importancia sistémica”, llegó a señalar.

Van der Veer, que renunciará en la junta del banco que se celebrará el próximo mes, ha señalado en un comunicado que el consejo de supervisión es “responsable de esta propuesta y lamenta la conmoción causada por ella”. “En los últimos días, muchos clientes, empleados y otras partes interesadas nos han expresado su opinión”, ha añadido. “Para evitar que una discusión pública en curso dañe a ING y sus empleados, el consejo de supervisión ha reconsiderado su propuesta”.

ING continuará “evaluando cuidadosamente cómo puede desarrollar una política de remuneración sostenible y competitiva en el futuro”.

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