La gran banca de Wall Street saca tajada de la reforma fiscal de Trump

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La gran banca de Wall Street saca tajada de la reforma fiscal de Trump

La gran excepción vuelve a ser Wells Fargo, el único de los grandes bancos estadounidenses en reducir beneficio.

Donald Trump, presidente de EEUU

Ha sido una constante durante los últimos días: Bank of America, JP Morgan, Citigroup, Goldman Sachs o Morgan Stanely han presentado importantes incrementos en sus ganancias trimestrales, batiendo en muchos casos las expectativas del mercado; un comportamiento en el que ha tenido mucho que ver la reforma fiscal impulsada el año pasado por la administración Trump.

El Gobierno de EEUU aprobó en diciembre un recorte del impuesto de sociedades del 35% al 21%, aunque las nuevas normas fiscales obligaron a las entidades a reseñar cargos extraordinarios sobre las ganancias mantenidas en el extranjero. Asimismo, debieron cambiar el tratamiento de los activos por impuestos diferidos, que habían sido utilizados para reducir la factura al fisco, usando las pérdidas de ejercicios pasados para compensar las ganancias futuras.

Eso se tradujo en un primer impacto negativo en el cuarto trimestre de 2017 de casi 30.000 millones de dólares, aunque a partir del primer trimestre de este año empezó ya a compensarse gracias a la más baja tasa impositiva, una tendencia que se ha confirmado en el segundo parcial del año.

El beneficio neto de JP Morgan, principal banco de EEUU, aumentó un 18% hasta alcanzar una cifra de 8.320 millones de dólares, con unas ganancias por acción que se situaron en 2,29 dólares, por encima de los 2,22 dólares anticipados por el mercado, después de que su tasa de impuesto efectiva fuera del 21%, por debajo del 28% del mismo trimestre del año anterior.

En la misma línea, Bank of America ganó 6.780 millones de dólares, o 63 centavos por acción, frente a las ganancias de 4.750 millones del mismo período del año pasado. Los analistas del mercado habían augurado que las ganancias se situarían en 57 centavos por cada título. En su caso, el tipo efectivo pagado pasó del 37,1% al 20,2%.

Por su parte, el beneficio neto de Citi aumentó un 16% hasta los 4.490 millones de dólares, mientras que las ganancias por acción se situaron en 1,63 dólares, por encima de los 1,56 dólares anticipados por los analistas. No obstante las ganancias antes de impuestos aumentaron un 5%, con unos ingresos que crecieron a un ritmo más bajo que los gastos, algo en lo que tuvo mucho que ver que la tasa de impuestos efectiva fue del 21%, por debajo del 35% en el trimestre del año anterior.

En el caso de Morgan Stanley, su beneficio en el segundo trimestre se disparó un 38% hasta una cifra de 2.470 millones de dólares después de que su tasa fiscal efectiva del banco fuese del 20,6%, muy por debajo del 32% de hace un año.

El vía crucis de Wells Fargo

Goldman Sachs alcanzó un beneficio de 2.570 millones de dólares en la primera mitad del año, cifra que representa un incremento de un 44%, pero en su caso fue por la fortaleza en sus negocios de banca de inversión y negociación de bonos. Así, su tipo fiscal efectivo pasó del 17,2% el año pasado al 19,4%, debido principalmente al descenso en los beneficios fiscales de la liquidación de los bonus en acciones a los empleados.

La gran excepción sin embargo fue Wells Fargo, que sigue su particular via crucis. Su beneficio cayó un 12% hasta 5.200 millones de dólares, con unas ganancias por acción de 1,08 dólares, que quedaron por debajo de los 1,12 que estimaban los expertos del mercado. Mucho tuvo que ver un inesperado impacto de 481 millones de dólares relacionado con un reciente fallo del Tribunal Supremo sobre ventas de comercio electrónico (South Dakota v. Wayfair).

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