La fiebre por los fondos de inversión impulsa la arquitectura abierta

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La fiebre por los fondos de inversión impulsa la arquitectura abierta

Los tres grandes bancos españoles acumulan más del 50% del total de canales de distribución de productos de inversión.

Bolsa Madrid

Los fondos se han convertido en la pieza más preciada de unas carteras de inversión que se topan con rendimientos raquíticos en sus apuestas tradicionales. El aluvión de nuevos inversores, procedente también de antiguos productos de ahorro, impulsa la arquitectura abierta como vía para captar el mayor volumen de capitales que sucumben a esta fiebre.

La reciente proliferación de ‘supermercados’ virtuales de fondos tiene una gran responsabilidad en este progresivo cambio de paradigma. Las entidades van evolucionando de un modelo en el que priman los fondos propios, incluso son los únicos que se ofrecen a los clientes, hacia estructuras en los que se ofrece una creciente variedad de productos y servicios de inversión propios y ajenos, tanto del mercado nacional como del internacional, sin que de primeras se favorezca a ninguno de ellos frente al resto.

Esta evolución es clave, puesto que los tres grandes grupos bancarios nacionales siguen acumulando más del 50% del total de canales de distribución de productos de inversión, según datos del IEB. El recorrido que le queda a esta arquitectura abierta que va ganando interés entre instituciones e inversores es más que evidente si se toma en consideración que, según el último informe Global Fund Investor Experience elaborado por la casa especializada Morningstar, menos del 20% de los fondos que se venden en el mercado español lo son en sistemas de arquitectura abierta.

Desde Andbank, la entidad andorrana de banca privada operativa en España, se apunta hacia tres factores que han impulsado este modelo en los últimos tiempos. En primer lugar, los inversores cada vez tienen una mayor cultura financiera y un mayor acceso a información, por lo que “demandan productos de la más alta calidad”. Segundo, que la competencia se ha incrementado con la entrada de nuevos actores especializados en el asesoramiento y la banca privada, con lo que el inversor prefiere sistemas que le proporcionen un más amplio abanico de posibilidades. Por último, pero cada vez más determinante, el acceso rápido y a bajo coste que la tecnología permite a “ingentes” cantidades de productos.

La plataforma Allfunds que recientemente ha vendido Banco Santander es la más abultada, al incluir en su catálogo cerca de 50.000 productos accesibles para sus clientes. El sistema de arquitectura abierta también tiene cabida en los modelos de Inversis, Tressis, Renta 4 y Self Bank. En breve se sumará Bolsas y Mercados Españoles (BME), la sociedad rectora de los mercados oficiales españoles, que ha anunciado el próximo lanzamiento de su propia plataforma, la cual se espera que esté operativa ya el 27 de junio. Un lanzamiento que, además, coincide con una drástica caída en los volúmenes de negociación sobre acciones que viene comprometiendo los resultados de ciertas áreas de negocio del grupo bursátil.

Los nuevos jugadores potencian la expansión y mejora del modelo

Una de las entidades que más trayectoria tiene en la arquitectura abierta es Deutsche Bank, que en los últimos tiempos viene apostando más si cabe por este modelo. Ante la voraz competencia de la gestión pasiva, cuyo principal acicate se encuentra en los bajos costes a asumir por sus clientes, y la mayor complejidad que suponen los acuerdos de distribución y colaboración entidad por entidad, el sistema ‘supermercado’ es defendido por Luis Martín-Jadraque, director del Centro de Inversiones de la entidad germana en España, por el “valor añadido” que supone “proporcionar una oferta más amplia, que permite seleccionar los mejores productos y diversificar la inversión”.

El experto enumera hasta cinco grandes razones por las que la arquitectura abierta está llamada a ganar cuota de mercado. En primer lugar, la personalización de la oferta frente a unos fondos de manufactura propia que “a menudo no encajan del todo con el perfil u objetivos del cliente”. Lo que va muy unido hacia una clara vocación de orientación hacia el cliente. Después, el alto nivel de adaptación al entorno que supone el más amplio abanico de posibilidades al ofrecer un universo de fondos “extensísimo”, lo que también pasa por la internacionalización “como punto fuerte”.

En este sentido, Martín-Jadraque destaca el punto clave que supone “contar con la experiencia de gestores en distintas zonas geográficas”. Un factor que además revela “la importancia de la rentabilidad” porque “no es lo mismo un fondo bueno que uno excelente” para jugar cada estrategia concreta ajustada a cada perfil de riesgo.

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