Lanzamiento de misil
La tensión en Oriente Próximo ha dado un nuevo salto tras el anuncio oficial de Irán sobre el comienzo de ataques directos contra objetivos militares de Estados Unidos. La ofensiva, según Teherán, responde al bombardeo del domingo sobre sus instalaciones nucleares, que ha sido calificado como una agresión por parte del Gobierno iraní. El presidente Masud Pezeshkian ya había prometido una respuesta contundente. Ahora, esa amenaza se ha materializado.
La Guardia Revolucionaria ha confirmado el lanzamiento de lo que califica como un «devastador y poderoso ataque» dirigido principalmente contra la Base Aérea Al Udeid en Qatar, considerada la más importante de EEUU en la región. Esta base, construida en 1996 y sede del Mando Central de Estados Unidos, alberga a unos 10.000 efectivos y fue visitada recientemente por el presidente Donald Trump durante su gira por Oriente Próximo.
En su comunicado, las Fuerzas Armadas de Irán han acusado a Washington de una «flagrante agresión» contra instalaciones nucleares «pacíficas», y han asegurado que bajo ninguna circunstancia permitirán que se vulnere su integridad territorial, soberanía y seguridad nacional.
Según la cadena Al Yazira, explosiones fueron visibles en el cielo de Qatar la noche del lunes, coincidiendo con el cierre del espacio aéreo por parte del Gobierno qatarí como medida de precaución. Esta acción fue precedida por una alerta de la Embajada de EEUU en Doha, que instó a sus ciudadanos a refugiarse ante la amenaza inminente.
El ataque también habría alcanzado otras bases estadounidenses en Irak, aunque aún no se han confirmado detalles sobre los daños ni sobre posibles víctimas. La televisión oficial iraní, por su parte, ha calificado la operación como el inicio de una campaña de represalia legítima.
El presidente iraní, Masud Pezeshkian, reforzó el mensaje de confrontación a través de la red social X, donde aseguró que “la agresión de Estados Unidos no quedará impune”. “Defenderemos la seguridad de esta amada nación y responderemos a cada herida en el cuerpo iraní con fe, sabiduría y determinación”, escribió el mandatario.
Esta declaración, sumada a los movimientos militares recientes, confirma un cambio de estrategia por parte de Irán, que pasa de la contención diplomática a la acción directa en el terreno militar.
Este nuevo episodio abre la puerta a una escalada militar de mayor envergadura en una región marcada por la inestabilidad. El ataque podría provocar una respuesta militar por parte de EEUU y sus aliados, e incluso activar mecanismos multilaterales como el Consejo de Seguridad de la ONU.
Mientras tanto, se espera que en las próximas horas tanto Washington como el Gobierno qatarí emitan comunicados oficiales sobre el alcance de los daños y las medidas que adoptarán.
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