Funcionarios alemanes aseguran que según trate Tsipras el asunto migratorio, más puntos ganará en las negociaciones con los acreedores. Todos los ojos europeos apuntan a Grecia. La supervisión de las reformas para hacer efectivo el tercer rescate griego sigue a la orden del día, pero un nuevo frente está protagonizando todas las miradas: la crisis de los refugiados. Un problema humanitario que según lo afronte Alexis Tsipras estará muy ligado a la otra cuestión que preocupa en el país heleno, la renegociación de la deuda.
En una información publicada por el diario griego Ekathimerini, son varios los funcionarios del Gobierno de Angela Merkel que han confirmado el reto lanzado por la canciller al Ejecutivo griego. Un ‘condicionante’ que sería fundamental para así avanzar en el siguiente paso de la reestructuración que tanto ansía el primer ministro del país del sur de Europa.
Es por ello que las autoridades griegas ya se están planteando una serie de medidas para minimizar la crisis de los refugiados como es el caso de establecer centros de selección para los migrantes y refugiados. Una política que quieren aplacar lo antes posible, según las fuentes del medio heleno, para ganarse esa buena visión en Europa, y concretamente en Berlín.
No serán fáciles los deberes que han colocado a Tsipras. En un contexto donde el espacio Schengen preocupa a Europa, por las críticas y reacciones violentas de algunos ciudadanos europeos ante la llegada de refugiados, Grecia afronta un papel protagonista por ser una de las puertas al Viejo Continente. Es por esto que en las reuniones para buscar salida a la crisis migratoria, se espera que Tsipras y Merkel concierten un encuentro este jueves en Londres para valorar la respuesta griega en esta cuestión y coordinar cualquier operación.
Una reunión que Tsipras mantendrá a cinco bandas en el que además de Merkel participarán el primer ministro turco, Ahmet Davutoglu; el canciller austríaco, Werner Faymann; el primer ministro de los Países Bajos, Mark Rutte; y el vicepresidente primero de la Comisión Europea, Frans Timmermans, según ha informado Efe.
De momento, el primer ministro griego ya ha salido al paso de las críticas que se han vertido sobre su política migratoria donde un informe de la Comisión Europea ponía en mal lugar a Grecia por haber mantenido sus fronteras “seriamente descuidadas”. Algo que rápidamente Tsipras buscó aplacar alegando que el texto correspondía al pasado noviembre explicando que las situaciones y los mecanismos han cambiado desde esa época.
No es la única voz que ha salido desde Atenas defendiendo la gestión del Ejecutivo en esta política sino que la propia portavoz del Gobierno, Olga Yerovasili, ha elevado la crítica afirmando que Grecia ha cumplido todos los compromisos, mientras que otros países intentan buscar “chivos expiatorios” por razones relacionadas con su situación interior.
Además, la representante ha añadido que en la cumbre europea del próximo 18 de febrero, Tsipras “no se disculpará” por la gestión de la crisis humanitaria que realiza el país, sino que adoptará una posición más ofensiva donde “exigirá explicaciones a los que no han respetado sus compromisos”.
