La prensa extranjera especula ya con un tercer rescate para Grecia de 20.000 millones de euros

Crisis del euro

La prensa extranjera especula ya con un tercer rescate para Grecia de 20.000 millones de euros

Antonis Samaras, primer ministro de Grecia

Fuentes de Bruselas citadas por Reuters aseguran que el Ejecutivo de Antonis Samarás necesitará cerca de 20.000 millones de euros para afrontar este año y el que viene. Atenas sigue dando dolor de cabeza en Bruselas. Todo comenzó en 2010, cuando los socios de la zona del euro se vieron obligados a llamar al Fondo Monetario Internacional (FMI) para poner conjuntamente sobre la mesa 110.000 millones de euros que ayudasen a evitar la quiebra del país mediterráneo. Sin embargo, y pese a una segunda línea de ayudas aprobada hace dos años, el Gobierno griego sigue necesitando 20.000 millones adicionales.

La información la ha publicado la agencia Reuters, famosa por sus buenas conexiones en Bruselas y Estrasburgo. Las fuentes que cita no han sido identificadas, pero dicen hablar con buen conocimiento de causa: el conservador Antonis Samarás necesitaría entre 10.000 millones de euros y 20.000 millones de euros para hacer frente a las necesidades del país en los próximos meses.

En realidad, Reuters sólo ha venido a confirmar lo que publicaba hace unos días el semanario alemán Der Spiegel. La revista alemana hizo referencia a un documento del Ministerio de Finanzas germano según el cual Grecia tendría que afrontar un nuevo paquete de ajustes o recibir una nueva inyección de fondos con la mentada cantidad.

En principio, y según todas estas informaciones, la cuantía de ese dinero serviría para capear el presente ejercicio y el siguiente. Una estimación que coincide, además, con las estimaciones más recientes del FMI. Éstas dicen que Grecia necesitará alrededor de 4.400 millones de euros en 2014 y unos 6.500 millones en 2015. Respecto a una posible nueva reestructuración de la deuda griega, las fuentes de Reuters señalan que esa opción no se ha discutido porque varios países, entre ellos Finlandia, Eslovaquia o Países Bajos, se opondrían.

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