Dos guardias de seguridad resultaron heridos este domingo al estallar un artefacto explosivo en un centro comercial ubicado en la zona norte de Atenas, según han informado varios medios locales. Este ataque sucede a los disparos que sufrió el despacho del primer ministro, Antonis Samarás, hace una semana y a las bombas caseras que durante los últimos días han estallado en diversas entidades bancarias de la capital helena.
Ambos heridos no parecen encontrarse en estado grave, aunque hay informaciones encontradas al respecto. Mientras que desde el blog Keep Talking Greece, citando a medios locales, se asegura que los dos guardias de seguridad fueron trasladados a un hospital cercano, la agencia Efe matiza, citando a un portavoz del Ministerio de Orden Público, que los guardias no tuvieron que ser hospitalizados. Los daños materiales sí fueron considerables, según la bitácora helena.
La explosión tuvo lugar a media mañana en un centro comercial del barrio de Maroussi, ubicado en la zona norte de la capital griega, y gracias a un par de llamadas efectuadas una hora antes de la detonación la policía pudo acudir al lugar a tiempo. Estas llamadas, efectuadas por un desconocido, se realizaron a dos medios de comunicación: el periódico Eleftherotypía y el portal de internet Zougla.gr. Según Efe, en las dos ocasiones el individuo instó a las fuerzas de seguridad a evacuar el edificio.
En el momento de la explosión habían sido evacuadas las alrededor de doscientas personas que se encontraban en el lugar y únicamente quedaban en el centro policías y empleados de la compañía de seguridad. El viceministro del Interior, Jaralambos Azanasíu, señaló poco después en declaraciones a la televisión privada Skai que este tipo de acciones tienen como objetivo desestabilizar la democracia. De momentos los ataques terroristas registrados en enero carecen de una autoría clara. Algunos se decantan por señalar a los grupúsculos anarquistas y otros a la formación neonazi Amanecer Dorado, que cuenta con representación parlamentaria.
