«Me preocupo por los americanos». Estas son las palabras que empleó este martes el candidato republicano a ocupar la Casa Blanca, Mitt Romney. Unas palabras que no van dirigidas a contestar ningún discurso de Barack Obama, el actual presidente de EEUU y su rival en las elecciones del próximo 6 de noviembre. Por el contrario, son unas palabras destinadas a contestarse a sí mismo tras la afirmación que realizó en un vídeo grabado con cámara oculta.
En aquella grabación, filmada antes del verano y filtrada a los medios de comunicación hace tan sólo unas semanas, el político republicano criticaba con dureza a los estadounidenses que dependen de subsidios estatales, añadiendo que esta franja de la población representa al 47% del total y que, por tanto, no le interesaban lo más mínimo. En consecuencia, su rival, Obama, ha despegado en las encuestas sobre todo en estados que son clave para la victoria de Romney, como Ohio o Florida, en los que le saca diez y nueve puntos respectivamente.
Ohio es, según desveló el director de campaña de Romney esta semana, el estado que más preocupa a los conservadores. Y es comprensible que así sea dado que ningún republicano ha conseguido llegar a la Casa Blanca sin vencer allí. En un intento de recuperar apoyo, Romney, junto el número dos de su candidatura, Paul Ryan, se ha embarcado en una gira en autobús. Solo ayer el republicano visitó tres de sus ciudades más importantes: Columbus, Cleveland y Toledo.
La intención de Romney es convencer a parte de los que votaron a Obama en 2008 de que le voten a él ahora pero lo tiene difícil. La causa es que la economía de Ohio está creciendo más rápido que la media nacional. Por esta razón no puede usar el recurso de decir que Obama no ha sabido sacar al país de la crisis. En vez de eso lo que hace en los estados que tienen una economía más recuperada es hablar de la deuda estatal. Este es el motivo por el que lo acompaña Ryan, que dedicó gran parte de su vida política a este asunto.
