El Tribunal Supremo de EEUU ha decidido que las horas extras que se pagaban a los visitadores médicos, no deben contabilizar como fuera de si trabajo, ya que ese tiempo está incluido en sus salarios.
Según el supremo, esas horas no eran de venta sino de promoción, ya que ellos no se dedican específicamente a la venta de medicamentos sino a su mera promoción de los mismos.
Esta decisión ha aparecido en un juicio que mantenía la farmacéutica GlaxoSmithKline con un trabajador suyo que reclamaba el tiempo de más que debía dedicar en sus encuentros con los médicos y doctores.
La administración Obama, a través de su Departamento de Trabajo, se posicionó a favor de que se pagaran estos complementos por las horas que metían de más.
