Si el presidente venezolano Hugo Chávez no tenía de sobra con las declaraciones de su opositor, el candidato por Unidad Democrática (UD) Henrique Capriles, que lo ha llamado aburguesado, Twitter se ha convertido en su pesadilla.
Debido al agotamiento de los espacios de debate y controversia por la oficialidad de los medios de comunicación, los venezolanos han derramado toda su hostilidad en sus muros de Twitter y son muchos los que han usado la web como lugar para descargar sus frustraciones.
Tal ha sido el poder del miniblogging en el país que Miguel Henrique Otero Silva, el editor de El Nacional, ha constituido una fundación en la que un grupo de técnicos enseña a la gente a valorar Twitter y utilizarlo como un auténtico canal de información popular. Tal fue el acoso que vivió su diario que tuvo que reducir su estructura y personal.
La publicidad oficial sólo llega a través de los medios oficiales, que poseen la mayor cantidad del espectro radioeléctrico y de las televisiones del país. Al ver el interés que suscitaba Twitter, intentaron ganarse el favor de este medio colocando a varios twitteros del régimen en la red, pero esto sólo ha provocado el crecimiento de Twitter al margen del Gobierno oficial.
Por otro lado, Capriles, el principal opositor de Chávez considera que después de catorce años, el Gobierno se ha convertido en “un consejo de ministros”. Según él, Venezuela necesita sangre nueva y no un ejecutivo que “no recorra las calles del país”. Para rematar la faena ha asegurado saber cual es el problema, “hablan mucho y hacen poco, porque se han acomodado en el poder”.
