Las eléctricas de la UE, amenazadas por la inestabilidad política de la eurozona

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Las eléctricas de la UE, amenazadas por la inestabilidad política de la eurozona

Las eléctricas europeas se ven seriamente amenazas por la inestabilidad política que reina en la zona del euro. Según un informe que ha elaborado la agencia Fitch Ratings basándose en el índice que observa la evolución de los seguros contra el impago de deuda corporativa, este sector ha sido el más castigado tras los comicios de Francia y Grecia.

«Los precios de los CDS [pues así se conocen estos seguros, por sus siglas en inglés] que cubren deuda corporativa en Europa se han incrementado un 16%» desde las elecciones griegas y francesas -ambas se celebraron el pasado 6 de mayo-. Sin embargo, por sectores regulados, el mayor aumento lo han registrado las empresas de telecomunicaciones con un 21%. Es decir, que según los inversores hoy por hoy es más difícil cobrar los bonos asociados a las telecos que a los asociados a cualquier otra industria.

Esto se debe, según explican los expertos de la calificadora, a que ha crecido el temor a virajes políticos que comiencen a proteger cada vez más a los ciudadanos frente a los intereses de estas compañías; por ejemplo bloqueando el incremento de las tarifas de la luz.

En Francia el candidato que ha llegado al poder, François Hollande, prometió durante su campaña recortar los beneficios de los poderosos, y en particular del entramado corporativo galo y extranjero que operase en suelo francés. Mientras, en Grecia, el auge de algunas formaciones de índole radical no han hecho posible un Gobierno de coalición y los comicios deberán repetirse el próximo 17 de junio. Parte como favorita la formación Syriza, que representa a la izquierda radical helena. Las perspectivas en el país, si ganan, tampoco son especialmente halagüeñas para las grandes industrias.

Sin embargo, en España, el ministro de Industria, José Manuel Soria, aseguró esta semana que «en algún momento tendrán que subir las tarifas de la luz» para acabar con el déficit del sistema, que asciende hasta los 24.000 millones de euros. En cualquier caso, al hablar del Viejo Continente, la congelación de este tipo de incrementos puede ser una herramienta para calmar la tensión social existente. A costa, claro, de los ingresos de estas compañías.

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