Sarkozy no avanza en las encuestas ni con sus guiños al ‘lepenismo’

Internacional

Sarkozy no avanza en las encuestas ni con sus guiños al ‘lepenismo’

Las últimas encuestas no alteran el resultado de las elecciones generales francesas previsto hasta el momento: Nicolas Sarkozy será el octavo líder europeo en ser despedido por la crisis de deuda. Así lo ha vuelto a afirmar un estudio realizado por la revista Paris Match este fin de semana que refleja cómo el candidato socialista, François Hollande, ganará la primera vuelta con una amplia ventaja.

Hollande, que se ha declarado enemigo de los mercados financieros (de su forma de actuar en los últimos tiempos, matizan algunos analistas) y amigo de subir los impuestos a los ricos, entre otra serie de medidas, obtendría el 55% de los votos. Por el contrario, Sarkozy apenas cosecharía el 45% de las papeletas, según la encuesta de Paris Match. Y todo eso a pesar de haber girado hacia la derecha tratando de acaparar los votos de los radicales que siguen, en principio, fieles a Marine Le Pen.

Laurent Dubois, profesor del Instituto de Estudios Políticos de París, explicó el problema del líder conservador en declaraciones a la agencia Bloomberg: «Sarkozy ve difícil atraer al voto del centro mientras mantiene el de la derecha. No tiene carisma personal para hacerlo. Se limita a atacar a Hollande, lo cual no supone una campaña atractiva ni que logre unir a la gente».

Ayer, en un discurso cerca de París, Sarkozy lo volvió a hacer. El líder conservador trató de inyectar el miedo en la ciudadanía francesa advirtiendo que si Hollande gana los avances que hasta ahora ha conseguido Europa pueden desaparecer. El candidato socialista se ha cuestionado durante su campaña la legitimidad del nuevo tratado fiscal de la Unión Europea (UE) que, entre otras cosas, establece por ley un límite del 3% en el déficit público de cada país.

Durante las últimas semanas los asesores de Hollande han denunciado un boicot en Europa por parte de los políticos conservadores que tendría como objetivo mostrar al aspirante a la presidencia francesa marginado. Ni Angela Merkel en Berlín, ni Mario Monti en Roma, ni tampoco David Cameron en Londres han querido recibir al socialista galo durante sus últimas visitas a estas ciudades a pesar de ser el favorito para asumir el control de una de las naciones más poderosas del Viejo Continente.

Más información